¿VAMOS DE GANE?
Este inicio de semana se informó que el “Plan Iniciativa Mérida” fue substituido por algo denominado “Entendimiento Bicentenario de Seguridad”. Esto arrancó hace unos días según la nota de grupo Milenio, (20dic21), En un enésimo esfuerzo se pretende, entre otras cosas, frenar el contrabando de armas y droga que afecta a México y a EU. ¿Usted cree que el cambio de nombre a esa acción inquiete o asuste a los señores empresarios y a sus empleados que a eso se dedican? ¿El Plan Mérida dio los resultados que demagógicamente anunciaron?
¿La sanguinaria y creciente inseguridad pública que empantanan a México y lo ahogan en los torrentes hemáticos, se ha frenado? Miles de muertos y heridos así como familias con viudas y huérfanos laceran al país y endurecen la sensibilidad social ante un timorato o tolerante gobierno que propone “abrazos, no balazos”. ¿Es temor, impotencia o complicidad? ¿Cuántas armas, realmente han incautado en medio de ese tráfico en fronteras, litorales o en el territorio mexicano o en el extranjero? ¿Cuántas balas útiles han decomisado?
La degeneración social asfixia a la gente que, impotente, resiente cada vez más, el capricho, la tiranía, la soberbia y el deseo de venganza de quien “manda al diablo a las instituciones. Ahí están los resultados. Las fuerzas armadas, para la mayoría de los mexicanos, sigue siendo la institución más respetada (en todos los aspectos). También es muy respetable, al menos en la inmensa mayoría de sus elementos pero, como el hombre es imperfecto y el diablo anda suelto, no faltan los “prietitos en el arroz”. Aunque también se deben reconocer las acciones altamente positivas.
La nota del nuevo “Entendimiento” se deriva de un informe de la SEDENA, vía transparencia. Dice que “de diciembre de 2018 a septiembre del 20121 (o sea durante tres años), elementos militares localizaron 113 laboratorios para la fabricación de drogas sintéticas en el país”. Sinaloa, Durango y Sonora son los estados mexicanos más destacados en esa actividad productora de veneno social, de violencia e inseguridad pública. Sin duda también son generadores de alta productividad económica con resultados, también de gran negatividad para el Estado mexicano”.
En Jalisco se desmantelaron 14 laboratorios y 13 en Michoacán. Igual en Guerrero, Guanajuato, Querétaro, Colima, Hidalgo, Estado de México, Morelos y Puebla, se localizaron esas fábricas de perjuicio social. ¿Eso es todo? Es loable el esfuerzo que se hace para combatir esa calamidad pero parece que los duendes impiden mayores resultados. Faltaría saber que ha hecho la SEMAR en estos temas. Mucho ha trabajado al respecto, pero falta información. Ojalá la histórica preponderancia de la SEDENA se diluya ante su similar, la SEMAR.
Tampoco hay que olvidar que la sociedad es altamente proclive a sucumbir ante conductas sociales como la adicción a las drogas. También valdría la pena que los estudiosos de las estadísticas nuevamente investiguen e informen cuál es la derrama económica que se genera con la actividad que se comenta y que “beneficios” ofrece. Los perjuicios a diario son bien conocidos. Lo importante es luchar contra el chamuco. Y…qué pasa?
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