NO TODO LO QUE BRILLA ES BRONCE
El pasado 05 de julio de este año reportamos en este medio, que en los pedestales de los hombres y mujeres ilustres de Jalisco había espacios vacíos en donde antes hubo letras de bronce.
Ante los múltiples señalamientos de los medios de comunicación acerca de la tolerancia hacia este vandalismo, las autoridades municipales de Guadalajara se dieron a la tarea de reponer las más de 70 letras faltantes, si bien, en anteriores ocasiones por iniciativa de algún trabajador o por indicación superior, optaron por pintar en el muro las letras faltantes, la solución que al día de hoy presenta el personal del ayuntamiento tapatío, sorprende a propios y extraños.
Y es que, al igual que los actuales gobiernos municipales, así como el estatal jalisciense, los emecistas le han apostado a la simulación y la apariencia; tal es el caso de las letras recientemente colocadas en los monumentos de la Rotonda de las y los Jaliscienses Ilustres, aparentando que ya está «corregido» el problema, basta con ser observador de los detalles y no solamente dejarse llevar por lo que a la distancia aparenta estar correcto.
Dichas letras no fueron ni siquiera cuidadas en su tipografía, tampoco del grosor que las originales tienen y mucho menos el material; las actuales son de madera, pintadas de color dorado, ni siquiera los acabados se cuidaron pues la apariencia rustica contrasta con la refinada superficie del bronce.
Así pues, con más simulaciones en su gobierno municipal, Pablo Lemus Navarro pretende ocultar lo que realmente sucede en pleno centro histórico de Guadalajara, en un lugar emblemático con exceso de vigilancia, en donde los elementos policíacos a bordo de modernos vehículos eléctricos, scooters, bicicletas, asignados para el «cuidado» y vigilancia de este punto altamente frecuentado por visitantes, desperdiciando muchas (hora-hombre) y equipos de video vigilancia que le cuesta a los tapatíos, demuestran no ser tan eficientes, pero si ostentosos.