CULTURA

POESÍA HECHA POR MUJERES

POESÍA HECHA POR MUJERES“La poesía ha sido siempre un aliciente para transformar la mirada que tenemos sobre el mundo”. Silvia Quezada Camberos

Por: Ramón Moreno Rodríguez*

El pasado sábado 25 de febrero la doctora Silvia Quezada impartió la cátedra titulada “Las poetas contemporáneas del siglo XXI en Jalisco” que forma parte del Segundo Seminario de Literaturas Regionales: Cuatro miradas pacífico-occidentales. Al final de tan interesante disertación la académica de la U de G nos concedió una entrevista para hablar un poco más de los temas que nos expuso en esta clase. Debo reconocer que nos tocó disfrutar de una espléndida página de la literatura jalisciense: la poesía hecha por mujeres.

PREGUNTA: Doctora, nos hablaba usted de un nutrido grupo de mujeres que hacen poesía en nuestro estado. Las organizaba en dos subgrupos. Díganos algunos detalles que describan en general a estas dos agrupaciones para nuestros lectores, aquellos que no tuvieron oportunidad de escuchar su ponencia.

RESPUESTA: Jalisco posee un buen número de mujeres poetas en activo. En el Diccionario de escritoras en Guadalajara, por ejemplo, se consignan cincuenta y cinco que han publicado por lo menos un libro de versos. La antología Escritores en el Sur de Jalisco presenta a poetas como Teresa Gómez, Érika Sánchez Benavides y Lizeth Sevilla. Para organizar ese alto número de datos se trabaja en primer término el método cuantitativo, buscando respuestas como: ¿Cuántas de ellas han escrito un solo libro? ¿Quiénes se encuentran en activo? ¿Cuáles de sus libros han recibido premios nacionales o internacionales? Enseguida procedemos hacia el método cualitativo, preguntándonos cuáles son los temas abordados por ellas. De esta manera observamos una gran cantidad de autoras que trabajan la poesía social, seguida del intimismo, destacándose también el tema de la soledad intramuros. Desde otra perspectiva se mira a la mayoría como poetas del verso libre, aunque se dan obras que mantienen al soneto y la décima como formas consagradas.

PREGUNTA:  Decía usted que la situación de las mujeres que hacían poesía se modificó en los años ochenta. Que esto fue un parteaguas. Que hasta antes, las mujeres que asistían a los talleres de creación literaria tenían que ser las choferes de los poetas hombres. ¿Dónde empezaba esa marginación? ¿Los hombres se las imponían o ellas no se atrevían a dar el paso que las hiciera protagonistas?

RESPUESTA: No creo que las mujeres se autoimpusieran un rol de servilismo. Acaso aquellas que, casadas, decidieran obedecer a la autoridad del hombre, como lo marca la tradición. Hace unos días conversaba con una de las escritoras más prolíficas nacidas en la década de los cuarenta, quien me mencionaba que permitió pasaran de largo importantes oportunidades de presentaciones de sus libros porque su esposo no consideraba dignos esos espacios. La marginación comenzó hace mucho tiempo, cuando las mujeres desearon ingresar a las universidades, cuando publicaron sus propios libros. Recuerdo una crítica de Genaro Fernández Mc Gregor acerca de la jalisciense Guadalupe Dueñas; éste hablaba en la prensa nacional de la belleza de la debutante y su educación en colegios de monjas, pero sin mencionar la obra en cuestión.

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