ESENCIA DE UNA TRADICIÓN EN CADA GOTA DE GRAN PASIÓN
Por: Redacción/ TEN/ Empresarial
Gran Pasión, no es una empresa tequilera más forjando su propio camino, se distingue por su profundo respeto a la tradición agavera, una herencia que define la excelencia de sus bebidas.
Al frente de esta industria se encuentra Víctor Camacho, considerado un excelente Maestro Agavero, cuya sabiduría se ha nutrido de más de 25 años de comunión con la tierra y el agave. Para él, la clave de un tequila superior reside en la trilogía inquebrantable de «respetar la tradición, nunca perder la calidad y la sustentabilidad de la tierra.»
Víctor Camacho no solo es un fundador, sino la garantía misma de la calidad de Tequila Gran Pasión. Su experiencia se remonta a su infancia, mucho antes de que el paisaje agavero fuera reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde entonces, ha dominado el arte de seleccionar agaves de excepcional madurez, cultivados en predios elevados a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, donde las horas frío intensifican sus azúcares y aromas. Esta meticulosa selección, realizada junto a su equipo de jimadores, prioriza la calidad orgánica y sigue incluso las estaciones lunares para la cosecha, descartando cualquier químico en el proceso.
El Maestro Agavero transmite su vasta experiencia a las nuevas generaciones, reafirmando que Gran Pasión nace de un «Agave de Autor», un producto que refleja el conocimiento ancestral y el orgullo de ser agavero.
Cada botella de Tequila Gran Pasión Blanco, Reposado y Reposado Cristalino, y próximamente Añejo y Extra Añejo, encierra la promesa de un tequila bien balanceado, suave, con el característico aroma a agave cocido y un retrogusto que invita a repetir. Este es una familia de buen tequila, para ser degustado solo, acompañado únicamente de un vaso de agua, como un tributo a su pureza y a la sabiduría de quienes lo crearon.