CULTURA

GUADALAJARA Y SU TORTA AHOGADA, UN GOLPE DIVINO DE SUERTE

Por: Alejandro Trujillo*/ TEN/ Cultura

Desde el corazón de Guadalajara, un ícono de la gastronomía mexicana a conquistado paladares y generado debates en torno a su origen: La torta ahogada, este platillo típico no solo es símbolo de identidad tapatía, sino también una joya culinaria que proyecta a la perla de occidente a nivel nacional, además hay algo que la hace única e irrepetible, el secreto está en el birote salado, un pan que solo puede lograrse en las condiciones específicas de altura y clima de Guadalajara, exploremos la historia, el sabor y la magia de la torta ahogada, un orgullo tapatío.
“La torta ahogada es una señas particulares y directas de identidad gastronómica de Guadalajara; es decir es un platillo típicamente tapatío que casi no se puede replicar o llevar a otro lado en buena medida porque solo en Guadalajara se da el birote como lo conocemos especialmente el birote salado, surgido a finales del siglo XIX”, menciono el investigador, escritor y catedrático de la Universidad de Guadalajara, Juan José Doñan.
Sobre el origen de la torta ahogada, “que es un platillo típicamente enchiloso que se ecualiza con una salsa medio entomatada, y que es muy sencillo: el birote tapatío, carnitas de cerdo y una salsa picante”, el escritor cita y señala que hay varias historias al respecto que no están bien clarificadas porque pertenecen justamente a la cultura popular, “A alguien se le ocurrió, no se sabe, porque muchos reclaman la paternidad de la torta ahogada, quien es el inventor, lo que si se sabe es que el más conocido, el más popular que se asocia con este platillo era un señor de apellido De la Torre que le decían “el Güero”, y quien ofrecia este platillo afuera de la estación del ferrocarril de Guadalajara, que originalmente esta estación estaba atrás del templo de San Francisco”, y ya posteriormente fue incluida en el menú de una cantina cercana llamada “La Alemana” primer sitio cerrado donde se ofreció esta joya culinaria. así mismo también quienes reclaman la invención de la torta ahogada son “Los de la Bicicleta”, una familia de varias generaciones que la comercializan en el barrio de mexicaltzingo, en Guadalajara.
Igualmente de las tortas de segunda generación más antiguas y reconocidas en Guadalajara son las del llamado “Güerito”, “el Gúerito, que fue un empleado del Güero, y cuyo negocio esta entre las calles de Madero y Huerto, pues el creyó que había negocio para eso y no se equivocó”.
Así pues la torta ahogada fue un platillo que se popularizo ampliamente y hoy representa una seña de identidad tapatía, “la comen quienes son tapatíos, quienes vienen con los tapatíos y quienes se quieren sentir tapatíos”, comenta el investigador de la UDG.ahogadas
Y en el anecdotario popular, en esas historias que se cuentan a manera de susurros y que viven como parte del imaginario de los lugares y sus historias también impera la versión de que la torta ahogada emergió de un mero incidente, ocurrido en algún expendió del alimento, donde alguien le dio accidentalmente un codazo a un comensal que estaba a punto de degustar un birote con su carne de cerdo en medio, propiciando así que se le
cayera al interior de una olla con salsa, eureka! lo demás es historia, quizá de un golpe, pero no de cualquier golpe, sino un golpe divino de suerte.
De su historia al festejo.

Guadalajara celebró el pasado 7 de septiembre el Día de la Torta Ahogada, una de las tradiciones culinarias más representativas de la ciudad, pues cabe destacar el dicho: “venir a Guadalajara y haber comido una torta ahogada es como no haber venido”. Desde las 9.30 horas, el Paseo Alcalde se convirtió en el escenario donde más de 30 torteros repartieron de manera gratuita 25.000 tortas ahogadas a miles de asistentes.
La jornada incluyó por primera vez el concurso “Ponle salsa a tu torta”, en el que representantes de once comunidades presentaron sus recetas familiares ante un jurado de expertos en gastronomía. Los participantes no solo compitieron con el sabor de sus salsas, también compartieron la historia de sus preparaciones, desde herencias transmitidas por abuelas hasta propuestas innovadoras. Los ganadores recibieron premios como recorridos turísticos, cenas en restaurantes y noches de hotel.
El Paseo Alcalde, en el tramo comprendido entre Pedro Moreno y Morelos, se consolidó como punto de encuentro para celebrar este platillo de más de un siglo de historia. La torta ahogada, elaborada con pan birote, carne de cerdo y salsa de chile de árbol, fue reconocida oficialmente en 2022, cuando el Ayuntamiento de Guadalajara instauró la conmemoración durante la administración de Pablo Lemus, hoy gobernador de Jalisco.
La edición de este 2025 nos reafirma el lugar incomparable de la torta ahogada como símbolo cultural de Guadalajara, un emblema que cada septiembre convoca en torno a la tradición, el sabor y el orgullo tapatío, Guadalajara, como versa la canción que alguna vez cantará Jorge Negrete: huele a tierra mojada, pero también si de sabor hablamos, sabe a torta ahogada.

  • Periodista en innovación, emprendimiento y cultura.