A pesar de poseer la infraestructura industrial y las correspondientes tecnologías para el manejo del procesamiento de cárnicos procedentes de aves de corral; la empresa Barrsil de México, especializada desde 1995 en el manejo y comercialización de pollo para consumo humano, enfrenta hoy un verdadero reto para crecer no solamente en la región alteña del estado, sino en toda la república mexicana.
Sin embargo, de la capacidad total instalada en su planta tipo inspección sanitaria (TIF), solamente utiliza un 10 por ciento, por lo que “brincar” el cerco sanitario existente sobre la producción de pollo jalisciense es la tarea que en conjunto con las autoridades sanitarias del estado, deberán superar a la brevedad, con disponibilidad y mucho trabajo.
El antecedente de haber sido afectados con la presencia de fiebre aviar hace algunos años, ha dejado una prohibición a nivel mundial para el pollo jalisciense. Sin embargo, a 23 años de haberse fundado la empresa alteña, orgullosamente jalisciense, se ha fijado superar obstáculos para lograr un mayor crecimiento y con ello, una mejor condición laboral para su plantilla laboral, en una zona donde los sueldos están sumamente castigados.
Debido a esta contrariedad es que los empresarios de esta empresa, encontraron en el norteño estado de Coahuila, el proveedor ideal de las aves sacrificadas y con certificado de “libre de Fiebre Aviar”, con lo que se logró vincular esta materia prima del norte del país con la necesidad en el mercado oriental donde países como China y Corea del Sur, son los más interesados por adquirir el producto mexicano (cortes de pollo con valor agregado).
Llegar a este punto no ha sido fácil, a decir de los emprendedores alteños, “estamos parados por la burocracia sanitaria, traemos pollos libres de gripe, los internamos en nuestra planta que está certificada y los veterinarios zootecnistas nos dicen que no existe posibilidad alguna de que sean contaminados por la gripe aviar, solo se le hacen dos cortes a petición de nuestra clientela”, cabe señalar que este una vez congelado a menos 48 grados centígrados, es enviado al puerto de Manzanillo y de allí a San Francisco California de donde es transportado hasta su destino en Asía, en donde China y Corea del Sur son los principales clientes.
Los países asiáticos han encontrado en Jalisco la alternativa alimentaria y una vez que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump ha gravado con un 25 por ciento a productos como el acero, al Aluminio y China ha hecho lo mismo con los alimentos procedentes de este país norteamericano y otros europeos; las posibilidades para México son positivas a fin de convertirse 25 por ciento más competitivo.