EL INAH SABE DE LA AFECTACIÓN EN CASAS DE GUADALAJARA POR LA L3.
Lo que ha sido un tema recurrente entre la sociedad tapatía y se ha comprobado a raíz de que en dos ocasiones, maquinaria pesada utilizada para maniobras complementarias sobre la zona de la Línea 3 que cruza el centro histórico de Guadalajara se han hundido, es que existen daños estructurales y en el sub suelo tapatío.
Extraoficialmente y bajo el total anonimato, por temor a represalias; elementos de protección civil y bomberos asignados al municipio tapatío, reconocieron en este medio, que existe una afectación estructural en muchos edificios asentados en las inmediaciones del túnel.
«La casa de los perros, hoy museo del periodismo es uno de ellos» dijo uno de los entrevistados, quien aseguró que se ha informado de esta situación al Instituto Nacional de Antropología e Historia, ya que en muchos domicilios se han descubierto grietas y separación de paredes, lo cual indica que existe daño estructural, sin embargo, los encargados de garantizar y prevenir accidentes como área de protección civil municipal, reconocen estar «atados de manos» imposibilitados para actuar.
Esto porque, existe una legislatura incierta en torno a la responsabilidad del cuidado de fincas antiguas, en algunos casos cayéndose porque no se le permite a los propietarios dar el mantenimiento, «pareciera que están resignados a perder las fincas del centro, en lugar de rescatarlas del deterioro, la mayoría de casas antiguas que se han dañado son muy bonitas, pero resulta muy costoso remozarlas» dijo un comandante de protección civil.
«Uno de los principales errores cometidos previamente a la intervención del subsuelo con la tuneladora, fue que los ingenieros minimizaron la conformación del suelo que tenemos bajo la ciudad, es muy diferente a otros lugares; ahora hay reacomodos no solamente en las partes cercanas al túnel, sino que se afectó un polígono considerable, tomando en cuenta que esas construcciones de siglos pasados carecen de cimientos», externó otro elemento de protección civil.
En la actualidad y a casi cinco años de haberse iniciado este proyecto, los daños comienzan a notarse, cada vez hay más casas colapsadas o arruinadas a lo largo del proyecto, principalmente en el primer cuadro de Guadalajara, pero a las autoridades no les importa, al menos eso han demostrado al omitir opiniones al respecto y negando tener alguna responsabilidad.