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Expertos en temas de políticas públicas coinciden en que el combate a la corrupción en el gobierno de la 4ª T ha sido más efectivo en el terreno de la comunicación política que en los hechos. Además de que parece más el esfuerzo de un solo hombre, es decir, del Presidente Andrés Manuel López Obrador,  que una apuesta institucional y de mecanismos que funcionen independientemente de quienes estén al frente de los organismos públicos. De esta manera respecto al hecho de que la Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto, tiene en la mira a personajes del sexenio pasado y a otros mexicanos, se corre el riesgo de que se vuelvan venganzas personales, o sea, el supuesto combate a la corrupción, la bandera emblemática de AMLO, refleja que es una propaganda política para abonar sus intereses reeleccionistas, al que se suma la supuesta intención de abatir la pobreza y la desigualdad con la entrega de un poco de dinero a jóvenes y adultos mayores  a través de una tarjetita.