DEL BAILE A LA DANZA, CONTACTO ENTRE EL CUERPO Y EL ESPÍRITU.
La danza es un ritual. El baile una práctica social.
El ritual es una actividad encaminada a la conexión con lo divino; el baile, a la conexión con lo humano.
Unos piensan que primero fue la danza y otros que primero fue el baile., pero ambos, con su solemnidad y con su sociabilidad tienen un mismo fin: lograr la unión con el otro.
De adentro hacia afuera o de afuera hacia adentro, el movimiento del cuerpo crea unas sustancias que causan placer, que es momentáneo, y con la práctica continua, gozo.
El baile tiene tres ejes: el movimiento físico, acompasado en solo o con una pareja; la música que marca la pauta del movimiento y su fluidez, y la vista, que nos indica, a través del otro, el placer o el gozo que compartimos mientras bailamos.
El baile y la danza son una proyección social de nuestro yo que, con la práctica, se hace hábil, dúctil y capaz de modificar a voluntad sus estados de ánimo.