Aunque el origen de esta singular artesanía se le atribuye a un maestro artesano de la CDMX de apellido Linares, en la región de Oaxaca son populares los alebrijes tallados en madera de copal.
La elaboración de estas artesanías es la base de la economía de los poblados de San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola, donde numerosas familias trabajan en la talla de figuras que luego colorean con pintura vinílica y comercializan en las plazas, mercados y talleres de la región.
El alebrije de Oaxaca es una combinación de la tradición de talla de madera de la región y la técnica creada por Linares. Esta artesanía se introdujo en la zona de Oaxaca en la década de 1980 gracias a la realización de un taller de demostración llevado a cabo en los Estados Unidos. Dicho taller fue organizado por Judith Bronowski y contó con la participación de Manuel Jiménez Ramírez y la artesana textil María Sabina, ambos originarios de Oaxaca. La adaptación del alebrije fue perfeccionada por Manuel Jiménez Ramírez, oriundo de San Antonio Arrazola.
“Cada uno es genuino y original, enigmático y hasta se dice en la leyenda popular, que surgen desde las pesadillas y son ellos quienes eligen a su futuro dueño”.
Con el propósito de contribuir en la difusión de la cultura y nutrir de contenido artístico al Andador Fray Antonio Alcalde, previo a los festejos por el aniversario 482 de la fundación de Guadalajara, la Asociación Civil: Grupo Cimarrón, Juventud, Adulto, Mayor A. C. (GRUCIJUVAM A.C.) presentó un programa de actividades culturales gratuitas con las que se pretende rendir un tributo a los tapatíos, que con su esfuerzo y dedicación, han hecho de Guadalajara una gran ciudad que es reconocida en el mundo por el talento de su gente.