CULTURA

LA IDEOLOGÍA ACADÉMICA DE ANNIE ERNAUX

(Premio Nobel 2022)

Por: Carlos Prospero

Ayer leí “El Acontecimiento”, de Annie Ernaux, después de una opípara comida, un relato de 119 páginas in quarto.

Un relato racional retórico en el que privilegia la conversión de un relato fútil a uno literario mediante el uso del lenguaje retórico explícito con la intención de que lo que cuenta y denomina “acontecimiento” perdure en el tiempo al hacerlo público.

Explica en el mismo relato que el hecho, su propio aborto, quedaría en los límites de lo personal, olvidado en su memoria, como es lo normal, si ella no hubiera tenido la firme voluntad de preservarlo al desplazarlo al plano de texto literario, sin darse cuenta del hecho de que, al hacerlo a un lado, el hacerlo literatura, lo convertía en un hecho intrascendente.

Sin duda, una visión falsa de la literatura dominada por la ideología política.

Considera que la literatura es la manera eficaz de hacer –voluntaria, racionalmente– que un hecho simple e individual se haga complejo, social y permanente.

De acuerdo a su concepción de lo literario, no hay escritores inspirados; hay escritores racionales voluntariosos y con un exceso de conciencia. En otro contexto sería considerado un estado de enajenación socialmente aceptable, resultado de la división social especializada del trabajo, tal como se presenta en las sociedades desarrolladas económicamente por la industria y el comercio.

Ernaux comenta, a manera de acotación, que ella ha cambiado su estatus social y económico por la formación universitaria.

Sus padres y hermanos, comerciantes en pequeño, tienen un modo de ver el mundo propio de esa condición social, muy distinto de la de ella, una profesora universitaria, con otra visión del mundo gracias a los estudios, sobre todo de sociología, de la mano de Bourdieu.

Aunque el cambio de conciencia no es algo que tenga indicios exteriores, el trato que ella padece de los médicos, paramédicos y enfermeras, que es el mismo que recibe una ciudadana común de bajo estatus económico, causa shock emocional en los que de pronto se dan cuenta de que ella es de la misma clase social que ellos por ser una estudiante universitaria.

En cuanto ella calla su condición social es tratada como proletaria, pues, su deseo de abortar la coloca inmediatamente en el plano de la gente sin recursos.

El centro del relato es el proceso de realizar su aborto y las relaciones sociales que surgen a partir de manifestarlo con sus amigas estudiantes y de callarlo ante sus padres y otros conocidos que serían incapaces de violentar la ley.

Ella realmente no violenta la ley de manera consciente; lo hace en consecuencia, al querer cumplir su deseo de no tener un hijo, pues para no tenerlo es necesario abortarlo, y el aborto está, en el tiempo

de su experiencia, de su relato, penalizado.

No quiere un hijo porque sabe, por experiencias indirectas, que arruinan el camino que ha tomado al ingresar a la universidad.

Deshacerse de él es lo más viable para un futuro bien cimentado.

Ella no es como sus hermanos que se dedican también al comercio en pequeño o como madre dedicada a las labores domésticas, ella ha tomado un nivel de conciencia más amplio que le permite darse cuenta de esa división propia de todo ser humano: lo biológico y lo racional (sigue el pensamiento existencialista sartriano), y por eso y su resentimiento adquirido por esa misma amplitud de conciencia es por lo que escribe esta experiencia, para mostrarle a la sociedad, al mundo, que son unos parias retrógradas más apegados a las leyes que a las necesidades básicas propias de lo biológico.

Defiende, pues, lo biológico con lo ideológico.

2acontecimiento

En el curso del relato considerado su novela más importante, Ernaux inserta una serie de acotaciones del lenguaje retórico para destacar que este cuento es literatura y no es real.

Una contradicción interna de su discurso literario-ideológico-político.

También propone que la literatura es un espejo en el que puede verse cualquier sujeto e identificarse con las conductas descritas propias de su estatus social y para ello utiliza una figura retórica de uso

común en la poesía y en la novela de hoy: el desplazamiento de una realidad a otra, para destacar que un hecho como la manifestación de un deseo, que en sí pone en tela de juicio a la ley, causa distintas reacciones de sentir, pensar y actuar de acuerdo a la situación social del receptor.

La ideología es superior al raciocinio, porque es una reacción emocional que no llega al nivel del razonamiento, como ella denuncia al ser víctima de esas conductas no conscientes.

Ernaux tiene y mantiene el resentimiento por el maltrato sufrido al querer realizar su deseo de abortar al hijo que ya se estaba gestando en su vientre.

El cambio de conciencia solamente ocurre cuando la persona cambia de posición social y este cambio, según la autora de El Acontecimiento (una elipsis eufemista para denominar al aborto), solamente se logra con los estudios universitarios, que llevan, como dice que le sucedió, a una claridad suprema, una revelación.