UNA CULTURA LITERARIA MEXICANA CONTRA CORRIENTE, PERO VIVA
Por: Redacción/ TEN/ Cultura
La escritora y maestra Silvia Quezada Camberos compartió detalles sobre su intensa actividad cultural y literaria durante una entrevista en el programa Micrófono Abierto con el periodista Víctor Galindo desde el tradicional Café Madoka de la capital tapatía.
A pesar de haberse jubilado recientemente de la Universidad de Guadalajara (UdeG) tras 38 años de servicio, la maestra Quezada Camberos continúa haciendo de la investigación, la lectura, la escritura y la difusión de la cultura un «oficio y compromiso de vida».
La maestra Silvia Quezada, quien ha trabajado durante años para que el ámbito de la cultura en Jalisco traspase fronteras y para ayudar a otros escritores a dar a conocer su obra a nivel internacional, destacó la dificultad de publicar libros o revistas en la actualidad, describiéndolo como «palabras mayores» e «ir contra la corriente».
El Rescate de Rebeca Uribe y Figuras Olvidadas
Uno de los logros más recientes de Silvia Quezada es la biografía “Mi voz hecha ceniza” (mencionado también como «Toda yo hecha ceniza», una obra que honra la memoria de la poetisa Rebeca Uribe. A raíz del descubrimiento de que Uribe nació en Sayula, Jalisco, en 1911, la maestra Quezada impulsó una iniciativa para que la poetisa fuera distinguida como hija ilustre del municipio.
Este nombramiento se concretó en agosto del año pasado, específicamente el día 26, mediante una votación unánime del Ayuntamiento de Sayula, encabezado por Jazmín Carrión.
Rebeca Uribe fue una mujer muy famosa en su época, pero sus circunstancias de vida la habían mantenido «soterrada en los sótanos más oscuros de la desmemoria».
La labor de investigación de Silvia Quezada se centra en rescatar figuras culturales que han sido olvidadas o marginadas por razones políticas, sociales o humanas. Entre las personalidades que ha rescatado se encuentran:
Enrique Macías: Poeta que murió joven en Guadalajara a causa de las adicciones, pero que dejó una obra poética «muy interesante, edificada en la penal de Oblatos».
Beatriz Ofelia: Una figura femenina «muy polémica» con la que está trabajando actualmente. Ya entregó un primer documento sobre ella al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) para su publicación y edición.
La maestra Quezada afirmó que sigue adelante con estas investigaciones, que muchas veces se realizan sin el apoyo de una institución, ya que su pasión por la lectura y la escritura perdura tras su jubilación.
Promoción Lectora y Proyecciones Internacionales
Silvia Quezada continúa fomentando el hábito de la lectura, visitando diversas empresas de forma gratuita y acudiendo a poblaciones de Jalisco, la República Mexicana y el extranjero.
Su trabajo incluye también un libro de crónicas titulado «Cordillera de nubes», en el cual se concentra en los «paisajes humanos» y los personajes que conoce en sus destinos de viaje, más que en los escenarios naturales o edificados.
Actualmente, ha expandido su alcance a la comunidad latina en Estados Unidos, donde está ofreciendo un curso en línea (por Zoom) sobre cómo escribir una novela en algunos estados del sur de la Unión Americana.
Recibe con gusto invitaciones de librerías y bibliotecas, tanto de Latinoamérica como de Europa, considerando que la semilla sembrada durante casi 40 años de trabajo «comienza a germinar».
El primer libro de la autoría de la maestra Silvia Quezada fue publicado en 1994, titulado “El taller infantil de literatura, cómo motivar a la lectura y a la escritura” con el apoyo del sistema DIF Jalisco. Su libro más reciente es, la biografía sobre Rebeca Uribe, publicado por el Ateneo Ars, gracias al «espaldarazo económico» de un grupo de amigos generosos.
Finalmente, Silvia Quezada Camberos explicó que el Café Madoka, lugar de la entrevista, es su «café icónico» y una extensión de su estudio. Es un sitio donde se encuentran personalidades de diversos ámbitos —político, cultural, empresarial, periodístico (como Francisco Arbizu y Víctor Galindo), de la pintura y la medicina—, cuyas voces distintas y «provocadoras» le «alimentan el espíritu».