4 HORAS DE CONCIERTO DEJA AL PÚBLICO DEL TELMEX “ARROLLADO”.
Por: Raquel Enríquez Monroy.
Desde sus redes sociales, La Arrolladora Banda El Limón aseguraba a sus fanáticos que la noche sería larga y que habría sorpresas durante su concierto en Guadalajara. Y así fue: por 4 horas hicieron vibrar al auditorio Telmex, con éxitos del ayer y de actualidad, además del estreno de algunas canciones que serán parte de su siguiente material discográfico.
Por sexto año consecutivo, la banda de don René Camacho, visitó tierras tapatías, con un espectáculo que inició a las 9:15 pm con la proyección de una serie de videos de sus más reconocidas canciones.
Luego de saludar a sus seguidores, los integrantes de la banda sinaloense no dudaron en afirmar que las mujeres son más infieles que los hombres, y dedicaron un par de canciones a esas féminas que a más de uno han hecho sufrir.
Vestidos con trajes en color azul, interpretaron éxitos como “En los Puritos huesos”; “Tiene razón la lógica”; “Te perdí la fe”; “Traicionera”; “Entre beso y beso”, y otras más, para luego invitar a sus seguidores a subir al escenario para bailar con ellos.
Luego fueron ellos los que bajaron para compartir micrófono y tomarse fotos con sus fans de las primeras filas.
Respaldados por una carrera artística de más de 40 años, la Arrolladora Banda El Limón estrenó en este concierto, uno de sus más recientes temas, “Cedí”.
Después de hacer una pausa, salieron enfundados en trajes color blanco, espacio donde interpretaron canciones del recuerdo.
“Y que quede claro”; “La calabaza”; “cabecita dura; “El rey”, entre otras, pusieron a bailar a los asistentes, quienes se sorprendieron cuando salió al escenario Remmy Valenzuela, para interpretar juntos los temas “30 cartas” y “Ya es muy tarde”.
Personal del auditorio informó que fueron cerca de 7 mil los asistentes al concierto, quienes corearon y aplaudieron los éxitos de antaño y recientes de la banda sinaloense. Aunque los seguidores fueron llenando poco a poco el recinto, pues incluso muchos llegaron hasta una hora después de iniciado el concierto.
Los fanáticos cantaron sus canciones de amor y desamor y transformaron el recinto en una pista de baile y alegría.