AMLO Y CFE, POLÍTICAS MONOPÓLICAS QUE BUSCAN EMPOBRECER MÁS A LOS MEXICANOS, MÓNICA ALMEIDA
Según la diputada federal por Jalisco, Mónica Almeida López, integrante de la Comisión Legislativa de Energía en la Cámara de diputados, (la única por el PRD y por Jalisco) de los 40 legisladores que conforman dicha comisión (dominada por 20 morenistas y en su mayoría por tabasqueños), lo que el ejecutivo federal y sus incondicionales en el Congreso de la Unión, avalando lo que han llamado una reforma eléctrica, tiene que ver más con favorecer plenamente a una Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos Mexicanos (PEMEX), eliminando a la competencia y con ello, constituyendo un sólido monopolio paraestatal.
“Esta Ley de la Industria eléctrica lo que está haciendo es obligarnos ha los mexicanos a quedarnos con una empresa que no ha invertido en desarrollo tecnológico para generar energía eléctrica, con fuente renovable más económica, menos contaminantes o prácticamente limpias. Lo que está pasando en este momento es que la política energética del país es, usar un solo tipo de gasolina y un solo tipo de energía eléctrica; basada en recursos fósiles para la gasolina y la electricidad igual, y es que lo que la Ley dice es, que todos los mexicanos vamos a consumir, en primera instancia, la energía generada por la propia Comisión federal de electricidad CFE, aquella que se genera, primero con sus hidroeléctricas, segundo, con gas, carbón y combustóleo, en tercer lugar todas las otras fuentes con las que cuenta actualmente y relega a un cuarto o quinto sitio a los particulares y a las empresas que pueden producir con su propia tecnología y de su patrimonio, energías basadas en fuentes solares o eólicas”, puntualizó la legisladora jalisciense.
El temor que esto genera el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es que la CFE (empresa de clase mundial), disminuya su capacidad recaudatoria, por la creciente generación de energía limpia en manos de particulares que no solamente dejarían de ser clientes cautivos de la paraestatal, sino que podrían convertirse en autosuficientes.
“Hay empresas en este momento que ya se pueden auto abastecer de energía eléctrica, disminuyen los precios de sus productos, lamentablemente esta ley señala que la CFE no puede competir con mejor precio, mejor los quito del mercado, quito las subastas, quito la competencia y yo (CFE) les vendo a los mexicanos al costo que yo decido y con los insumos (contaminantes) y dañinos para la salud pública, porque así lo dicto y decido, conforme a la ley, de manera autoritaria y quitando todas las expectativas de los mexicanos a tener un buen ambiente» refirió la perredista.
Descalificó la medida aplicada por quienes dirigen la paraestatal CFE y administran la energía en el país, ya que no solamente obedecen a una práctica monopólica unilateral, sin estímulos ni facilidades para incursionar con libre competencia y opciones para la economía de millones de mexicanos, contrariamente a lo que sucede en otros países, el gobierno de México, a través de sus gobernantes, exhiben su limitación y renuencia hacia la modernidad del siglo XXI, “Lo que está pasando en México es que quienes dirigen las políticas energéticas del país se quedaron atrapados en los setentas, no están invirtiendo en ciencia y tecnología, no están haciendo caso de las agencias internacionales que regulan la energía, que hacen recomendaciones de los mejores usos y practicas que están generándose en el mundo a partir del desarrollo tecnológico, en España, la energía eléctrica, prácticamente es gratuita, esto precisamente, porque invirtieron en la generación de su energía, a partir de fuentes renovables” precisó la legisladora, que los funcionarios mexicanos demuestran total desconocimiento de las disposiciones tecnológicas ni de estrategias adecuadas para el mejor aprovechamiento de las fuentes generadoras de alternativas limpias.
Contrariamente a lo que aplica en otros países respecto a la incentivación por la inversión de particulares en la generación de energías alternativas, la ley mexicana es totalmente diferente pues no considera a los particulares en aliados, sino como enemigos, “la ley debería decir hoy, en primer lugar, que deberán impulsarse las energías alternativas y no, poner en primer lugar al combustóleo y al carbón como una prioridad para el país, y se entiende porque se quieren auto comprar el 30 por ciento que PEMEX produce por cada barril de petroleo, que no saben que hacer con eso y por ello, dicen, obliguemos a todo el país a que consuman el combustóleo aunque cueste más caro, afecte el medio ambiente y afecte la salud pública, lo que es una fatal regresión”.