BRUNO DE ENCANTO: PALABRAS QUE NADIE QUIERE ESCUCHAR

2022-02-09 Vigaro

Por: Marco Antonio González Villa*

La última producción de Disney, Encanto, ha sido objeto de diferentes análisis en diferentes páginas de Internet, centrándose y enfatizando la importancia de aceptarte como eres sabiendo que todos somos especiales y tenemos un don o un papel en la vida.
Sin embargo, hay un personaje que, en lo personal por mi formación en el campo Psi, me parece sumamente brillante por las implicaciones sociales que tiene y por la significación que el colectivo le confiere: estamos hablando de Bruno.
Bruno tiene en la película el don de decir lo que va a pasar, de adivinar el futuro, de decirle a alguien lo que le iba a suceder, de señalar cosas que acontecerían más adelante y que podría ser difícil de aceptar… y entonces todos prefirieron ver su don como una maldición, lo exiliaron, lo condenaron a vivir apartado y en soledad y optaron porque nadie hablara de él, tratando de negar su existencia. No se habla de Bruno dice el éxito musical del filme.
¿Qué dice Bruno que sea tan grave? Un pez se va a morir, serás obeso, serás calvo, etcétera. La primera simboliza la aceptación de la pérdida de aquello que pensamos que es valioso para cada uno, no como un acto de resignación, sino como una resignificación de la pérdida sin culpar a nada o nadie por ello.
En los otros dos casos su vaticinio pudo haber tenido un carácter preventivo, para tomar precauciones y así evitarlo: algo vio Bruno, indicios, que le indicaban que eso les pasaría a las personas, pero éstas optaron por no hacer nada y prefirieron culpar a Bruno por lo que ocurrió.
Y Bruno representa a muchos profesionales y trabajadores en sus campos de trabajo: personas capaces de advertir sobre problemas que van a presentarse, con lo cual podrían evitarse, pero prefieren callar o ignorar a aquel o aquella que tiene un saber que le permite anticipar los resultados. Son muchos y muchas los terapeutas psi, docentes, analistas en cualquier campo, subalternos, investigadores, pedagogos, quienes, por su conocimiento, experiencia, visión, indicios, evaluación de los alcances o capacidades reales de un proyecto o persona, refieren el futuro fracaso o no logro de los objetivos. ¡Cuántos terapeutas han dicho alguna vez: “si sigues así podrás tener consecuencias que te afectarán toda tu vida” O docentes: “si sigues así en la escuela probablemente no logres tus proyectos” o analistas: “esa medida política, o económica, está condenada al fracaso por…”? La pregunta que podemos hacernos es ¿por qué se opta por callar o negar a todo Bruno?, la respuesta es simple, pero compleja en lo social: el ego. Cuando una autoridad implementa una medida y le advierte un subalterno que va a fracasar su ego no le permite aceptar la visión de alguien que mira por debajo de él o ella, así como también hay personas en las que su ego no acepta que sean ellos o ellas mismas los responsables de sus desventuras y sus fracasos y prefieren culpar a otros para no tocar su ego. Por eso nadie quiere a Bruno: señala las fallas de tus ideas o decisiones y te hace responsable de tu vida.
Casi todos y todas hemos sido Bruno alguna vez ¿o no? Compártenos tu ejemplo.