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CONVENIAN AGUA PARA ZONA FRONTERIZA ESTRATÉGICA ENTRE MÉXICO Y EE.UU

A partir del primero de mayo comenzó a fluir hacia el árido Delta del Río Colorado, agua como parte de un acuerdo binacional entre los gobiernos de México y Estados Unidos.

CONVENIAN AGUA PARA ZONA FRONTERIZA ESTRATÉGICA ENTRE MÉXICO Y EE.UU
El delta del Río Colorado, hasta ahora prácticamente seco, recibirá agua durante 164 días, permitiendo la recuperación de la fauna y flora de la zona.

Las entregas de agua se dan en el marco de un plan continuo de importancia vital e histórica para los dos países implementada por las secciones de México y Estados Unidos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), con el apoyo de la Alianza Revive el Río Colorado conformada por organizaciones ambientalistas en ambos lados de la frontera. El plan forma parte del Acta 323 de la CILA y se implementa bajo la supervisión del Grupo de Seguimiento del Acta que incluye a la Comisión Nacional del Agua y al Bureau of Reclamation de Estados Unidos.

El Acta 323 se desprende del Tratado de 1944 sobre aguas internacionales entre México y Estados Unidos y constituye la pieza fundamental de una estrategia para sobreponerse a los impactos del cambio climático. La cuenca del río Colorado es una de las regiones más severamente impactadas del continente, de acuerdo al Monitor de Sequía de la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Estados Unidos. El plan de los dos países se centra en la eficiencia en el manejo del agua y la restauración de ecosistemas.

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Estos flujos son resultado de la cooperación binacional establecida en las actas 319 y 323 del Tratado de Agua entre ambos países.

Los flujos de agua continuarán durante un total de veintitrés semanas y darán un muy necesario respiro para el hábitat de la vida silvestre. Estas descargas de agua han sido diseñadas por un equipo científico para imitar los flujos naturales del Río Colorado en primavera y ampliar los beneficios ambientales y recreativos en la parte central del Río Colorado. El flujo se extenderá hasta principios de octubre provocando la recarga del acuífero, una mejora en la calidad del suelo para la agricultura, la recuperación de especies de flora y fauna; y la reconexión con la naturaleza de las comunidades que por generaciones han dependido del Río.

A pesar de que el delta del río Colorado solía extenderse por alrededor de 800,000 hectáreas, más de 20 años de sequía han provocado que gran parte de la vasta ribera y pantanos del delta hayan desaparecido. Esta problemática se ha extendido a tal grado que desde hace años el río dejó de llegar al Golfo de California, poniendo en riesgo el suministro de agua a la población y la actividad económica de la zona.

“Este es un momento emocionante para ambos países”, dijo Carlos de la Parra, Académico en estudios fronterizos, especializado en temas de agua y miembro del grupo de seguimiento del Acta 323. “Al proporcionar recursos para mejorar la infraestructura de suministro de agua, México y los EE. UU. están ayudando a los agricultores y comunidades de la zona a aumentar su productividad y su resistencia a los impactos del cambio climático.”

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