DAÑO PROVOCADO EN EL ESTERO «EL SALADO» PODRÍA SER MUCHO MAYOR AL QUE ACEPTAN AUTORIDADES, ADVIERTE INVESTIGADOR.
La contaminación por aguas residuales en el Área Natural Protegida del Estero El Salado, y sus playas colindantes en Puerto Vallarta, podría durar meses, hasta que el ecosistema limpie el exceso de materia orgánica, advirtió el maestro en Ecología Marina, Martín Pérez Peña, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Tras la contingencia ambiental ocurrida el 4 de marzo, en la que colapsó un tubo de 48 pulgadas que forma parte del colector Centro-Norte en Puerto Vallarta, Jalisco, Pérez Peña, uno de los integrantes del Comité Científico del Estero El Salado, subrayó que el problema es que sigue brotando el agua negra hacia el cuerpo de agua.
“Imagínate un campo de futbol, ya ves que tiene como 120 por 70 o 60 metros. Pues son como ocho campos de futbol a un metro (de altura), los que están vertiéndose por día al Estero El Salado”, comentó Pérez Peña, quien visitó estos días la zona.
Sobre las implicaciones del accidente, el investigador informó que han muerto peces que estaban en un canal de aguas pluviales. Puede haber fauna muerta, pero no observó la acumulación de masa y cree que los que pudieron desplazarse ya lo hicieron, así como las aves.
Explicó que las aguas de uso doméstico contienen mucho detergente y otros compuestos; esto disminuye el oxígeno del agua y los animales poco tolerantes mueren. El problema es que si alguno se llega a contaminar y las aves lo comen, entra en la cadena trófica.
“Todavía no sabemos cuánto de los compuestos o elementos que pueden ser tóxicos se van a quedar en sedimentos (…) Una vez que se deje de verter el agua en el Estero va a pasar un buen tiempo para que el ecosistema limpie el exceso de materia orgánica”, indicó.