EL CONGRESO DE LA UNIÓN VENDIÓ DIGNIDAD Y SOBERANÍA DEL PAÍS AL APROBAR UNA REFORMA LABORAL A FAVOR DEL TMEC, FROC JALISCO.
La reforma laboral, recién aprobada por la fuerza política mayoritaria del Congreso de la Unión, “siembra la semilla de la anarquía, destruye la dignidad de los trabajadores y se contrapone a la paz laboral”. En Jalisco se toma como un reto a enfrentar y como una oportunidad que pueden aprovechar los sectores productivos y gubernamentales para mantener el desarrollo del estado, la armonía y la estabilidad laboral, dijo el líder de la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos FROC, licenciado Antonio Álvarez Esparza al ponderar el pacto que ayer se firmó entre el gobierno de la entidad, el sector patronal y los trabajadores.
En la Plaza Juárez, al conmemorarse el sacrificio de los Mártires del Movimiento Obrero ante unos 10 mil sindicalizados, autoridades estatales, municipales, representantes de sindicatos fraternos y del sector privado, recordó que el martirio de los trabajadores de Chicago, Cananea y Rio Blanco, logró, con el devenir del tiempo, el contrato colectivo de trabajo con jornadas laborales de ocho horas, seguridad social, vivienda, pensión, jubilación, vacaciones entre otras prestaciones.
Comentó Álvarez Esparza que con el artículo 123 de la Constitución de 1927, que puntualizaba la participación del gobierno, trabajadores y patrones, se establecieron las Juntas de Conciliación y Arbitraje coincidiendo con la Organización Internacional del Trabajo y antes de la ONU, con la adopción del mecanismo tripartita para dirimir los aspectos laborales, lamentó que ahora uno de los convenios de la OIT, el 98, “hoy se utiliza para arrancar los más preciados derechos que tenemos; se quitaron esas Juntas para poner Tribunales Laborales que históricamente han existido y nunca emitieron una sentencia a favor del trabajador”.
Respecto a la aprobación de la nueva Ley laboral en México, el orador dijo que, ”los legisladores fingieron consultas a los diversos sectores e hicieron debates superficiales y luego, la mayoría política del Congreso de la Unión aprobó una Ley Federal del Trabajo hecha de antemano bajo la presión de una nube de cabilderos extranjeros negociantes, representantes de los poderosos económicos del mundo que imponen nuevos métodos sindicalistas que ni en su patria existen como tampoco en los partidos políticos a los cuales pertenecen los legisladores que hoy nos imponen esas normas, fallando a las auténticas reglas democráticas. Se impuso el estilo de la fuerza mayoritaria antidemocrática y centralista en donde la mayoría de los senadores ni siquiera revisaron el articulado ni en lo particular ni en lo general.
Ante el Secretario General de Gobierno Juan Enrique Ibarra Pedroza y el Secretario de Trabajo y Previsión Social, Marco Valerio Pérez Golláz, Álvarez Esparza, también coordinador del Consejo Nacional Laboral CONLABOR que aglutina a casi una veintena de entidades en el país, dijo que la nueva Ley del Trabajo va contra el derecho social histórico de los trabajadores. “Destruye la estabilidad laboral que hemos construido los jaliscienses por más de 50 años tras el pacto que hicieron líderes sindicales como Francisco Silva Romero y Heliodoro Hernández Loza, lo cual ha generado un Jalisco, productivo y motor de la economía nacional. Esta nueva Ley preocupa porque puede imponer un neo corporativismo impulsado desde el centro del país.
Precisó Álvarez Esparza que “así como en Jalisco hemos cerrado filas, la FROC en el país ha impulsado el Consejo Nacional Laboral (CONLABOR) con presencia en 20 entidades, para defender en todo el territorio nacional los derechos de los trabajadores, al tiempo de que en Jalisco, con el gobernador Enrique Alfaro, un hombre serio, responsable y visionario y el sector patronal, firmamos un convenio para que no exista inestabilidad y con ello evitar el mercadeo político entre los sindicatos que destruyen la estabilidad sindical. Queremos Paz, armonía y trabajar, no anarquía; y evitar lo que en otros lugares se pretende: buscar y someter la dignidad de los trabajadores a fines inconfesables.