EL ESCRITOR FANTASMA…
Torres, Andrés (2015). El escritor fantasma, fuego del infierno. Guadalajara: Ediciones el viaje.
Un joven escritor sueña con ser un famoso novelista. Los medios no importan: está dispuesto a firmar un contrato con Satán, “El Oscuro”, quien pide a cambio de la fama otorgada al libro, sumisión y servicio. Para cerrar el trato, el diablo le regala una pluma que convertirá los deseos del escritor en acciones de fuego, solo tiene que escribirlos. El autor no muestra escrúpulos, quiere que su libro sea conocido por el mayor número de personas. El libro se publica y se convierte con rapidez en un best seller, pero aparece sin la firma de su autor.
Como sabemos, un escritor fantasma es aquel que escribe un libro sin que su nombre se encuente en la portada, muchos autores viven de escribir libros para otros. Este es el caso del libro de Nicolas Bugarín quien se siente engañado y perdido. Esa frustración lo lleva a involucrarse de más con la vida barrial, dejarse influenciar por la vida en su colonia, ubicada al norte de la Ciudad sin Nombre, urbe en todo semejante a Guadalajara:
…la colonia y el Área Geo Estadística Básica en donde vivía el escritor Fantasma era considerada como de marginación baja. Se localizaba a dos kilómetros del periférico y muy cerca se encontraba una de las pricipales arterias viales de la ciudad, nada más ni nada menos que la avenida Federales, la única que iba de un extremo del Periférico al otro. (p. )
Los amigos y vecinos de la periferia citadina llevan una vida simple, sus diversiones mayores consisten en fiestas escandalosas, con fuertes cantidades de alcohol y música ruidosa. La trama narra acciones rápidas, violentas. El argumento retrata la vida social de aquellos que han perdido la fe en el progreso y se asientan en el facilismo de la vida, no porque lo deseen de verdad, sino por sus condiciones de carencia económica para llevar a cabo otros planes. El escritor fantasma es una novela de espacio y de crítica social.
En el barrio hay soledad, camiones abarrotados, basura que a nadie importa, animales callejeros, peligro en las esquinas, implantación de la ley de la selva. La inseguridad se vive día con día: decadencia, miseria, hambre y delincuencia son los cuatro jinetes del apocalipsis urbano de esa zona, aunque también puede leerse el contraste, las grandes mansiones de fachas opulentas, los edificios de lujo, las avenidas repletas de cafés, bares y restaurantes con ostentación extrema.