NADIE PUEDE SER OBLIGADO A HACER LO QUE NO QUIERA.
Las polémicas decisiones gubernamentales en torno a los productos de origen diferente al alopático para el manejo de algunas enfermedades ha generado polarización entre diversos sectores de la sociedad civil a nivel nacional.
El medio día de este domingo en la capital del Estado, un grupo de defensores del dióxido de cloro se manifestaron públicamente para hacer conciencia entre los transeúntes del centro histórico de Guadalajara que se daban cita frente a palacio de gobierno.
Miguel Ángel Mendoza hizo un llamado a los tapatíos en torno a la importancia de aprobar el uso de esta sustancia química que ha sido satanizada sin que hasta ahora las autoridades den oportunidad de comprobar si realmente tiene propiedades curativas, o si representa un beneficio en el manejo de enfermedades terminales como el Cáncer.
Aunque los testimoniales aseguran que han sido miles los casos en donde las personas diagnosticadas con enfermedades graves, incluso afectadas por el covid-19, han utilizado esta sustancia por intervalos de algunos días logrando su completa recuperación, las dependencias gubernamentales de la salud se mantienen ajenas a dichos resultados.
Otro de los aspectos trascendentales y que son referenciales, radican en la aprobación gradual de algunos gobiernos municipales de Campeche y Coahuila, quienes recientemente han respaldado el uso del dióxido de cloro, repartiéndolo entre la población local.
De acuerdo a protocolos de Helsinki nadie puede ser obligado a tomar decisiones en contra de su salud y esto incluye la imposición de aplicar la vacuna, según anunció el gobierno mexicano, convencido de que en breve, algunos estados de la república, llevaran a cabo una campaña oficial (piloto) encabezada por la Cofepris de la Secretaría de Salud.