PADRES ATENTOS AL RENDIMIENTO ESCOLAR, PARA DESCARTAR PROBLEMAS VISUALES.
Por: Raquel Enríquez Monroy.
Cuando un hijo (a) comienza a presentar bajo rendimiento escolar, es motivo de alerta y preocupación de los padres, quienes en ocasiones lo atribuyen a una mala enseñanza, a la desconcentración o a una nutrición deficiente del alumno (a), porque también esos son algunos factores que identifican un rezago en el aprendizaje.
Ante una situación de esta naturaleza, sobre todo en este regreso a clases, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), recomienda que los padres o tutores estén atentos a los síntomas que puedan aparecer los menores -además de la disminución en el aprovechamiento en clase-, como el que el niño (a) vea demasiado cerca los objetos, como los libros o la televisión; también pueden presentar ojos rojos, intolerancia a la luz y visión borrosa.
Si el infante presenta alguno de estas señales, el IMSS recomienda acudir a una valoración minuciosa de la agudeza visual con el oftalmólogo, para descartar padecimientos como astigmatismo, hipermetropía o miopía.
Es importante darse cuenta a tiempo si el menor presenta alguna falla refractiva, ya que, aunque la mayoría de las veces es de factor hereditario, la hipermetropía se origina cuando el ojo está en desarrollo.
Si llegara a requerir lentes, deben utilizarlos todo el tiempo que el oftalmólogo lo indique, porque si no, aumenta el riesgo de padecer ambliopía, llamado también “ojo flojo”, lo que no permite el desarrollo óptimo de ese órgano, durante la primera infancia.