PIERDE IDENTIDAD JALISCIENSE LA FILARMÓNICA, EN MANOS DE EXTRANJEROS.
Nada más alejado de los principios que dieran origen a la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), aquella que décadas atrás estuviera conformada por elementos, orgullosamente jaliscienses; egresados la gran mayoría de la escuela de música de la Universidad de Guadalajara, y que posteriormente fuera enriquecida con la inclusión de maestros egresados del conservatorio nacional de la ciudad de México; todos ellos llevaron una digna expresión cultural, representada en cualquier escenario, nacional y extranjero.
La identidad de los integrantes con nuestras raíces musicales que eran plasmadas en cada una de las notas emitidas por los instrumentos; una época no tan lejana, donde la armonía giraba en torno al entonces director titular, Guillermo Salvador.
Actualmente, hablar de un ente filarmónico representativo en los escenarios de México, de Jalisco u otras partes del mundo, se encuentra mucho más alejado de la identidad jalisciense, o nacional. La sustitución sistemática que desde, poco más de cuatro años ha venido sucediendo por decisión del titular actual, un canadiense con ascendencia italiana de nombre Marco Parisotto; para quien, al parecer la presencia de músicos jaliscienses o mexicanos no es de su agrado.
Hoy en día, muchos de los integrantes que participan representando a este Organismo Público Descentralizado, provienen de otros lugares del planeta (por decisión del director canadiense); Cuba, Estados Unidos, Bulgaria, Hungría, España, Portugal, Australia, China, Corea, Japón y Venezuela. Con sueldos mucho más elevados que los devengados años atrás, convirtiéndola en un organismo público descentralizado OPD, de los más costosos.
Cada uno de estos músicos, reciben salarios nada despreciables, mismos que van de los 25 mil en el peor de los casos y hasta los 75 mil pesos mensuales; exceptuando al titular de la dirección de este ente, quien no cobra en pesos mexicanos, y su ingreso supera los 12 mil dólares mensuales.
Situación que convierte a la actual Orquesta Filarmónica de Jalisco en un organismo «elitista», mismo que fomenta la exclusión de elementos por el simple hecho de ser jaliscienses o mexicanos. Esto ha transformado el espíritu que dio origen a una gran orquesta, con prestigio a nivel nacional.