OPINIÓNREGIÓN

SIN TREGUA, MC CONTRA LA CLASE POPULAR DE GUADALAJARA.

Un viejo dicho popular dice, “lo que en  el pobre es borrachera, en el rico es sana alegría”; y algo así es lo que está sucediendo en la capital jalisciense, en donde existe una verdadera “cacería de brujas” por parte de la autoridad, en la actual administración, -dizque ciudadana- por representar sus figuras políticas a un partido que nada tiene de sensibilidad ciudadana, el MC o movimiento ciudadano.

En Guadalajara, el actual gobierno municipal encabezado por Ismael del Toro; la constante ha sido, favorecer al clientelismo a manera de “pago de favores”, y es que mientras se presume a través de los comunicados oficiales acerca de los resultados contundentes de diversos operativos en contra de todo aquello que, dicen ellos, demeritan la imagen de la ciudad, como el comercio informal, las personas en condición de vulnerabilidad y calle, entre otros; incluyendo a los mal llamados “aparta lugares” o “viene vienes” a quienes las continuas “razias” en las calles de la perla tapatía, las autoridades municipales detienen y sancionan, por el hecho de no tener otra actividad productiva, un empleo remunerado y que aprovechan la vía pública para utilizarla como estacionamiento y no cumplir con los pagos de derechos que ello conlleva.

SIN TREGUA, MC CONTRA LA CLASE POPULAR DE GUADALAJARA.Sin embargo, es aquí donde el actual de la autoridad tapatía es incongruente con su proceder; y es que si bien, levanta a aparta lugares, limpia parabrisas, lavadores de carros, y a otros “chambreadores callejeros”, cuyo incalificable delito es tratar de conseguir un ingreso económico para sobrevivir, lo cual es deleznable para la autoridad de este municipio.

Aquí viene una pregunta, y aquellos que se dicen comerciantes establecidos, o los pseudo empresarios que se adueñan no de un cajón de estacionamiento, o de la banqueta, sino de toda un área de servidumbre y que aparecen de la noche a la mañana, ampliándose en las calles con vehículos en venta, que invaden cocheras particulares y convierten calles como la Francisco Huizar, Pablo Valdés, Plutarco E. Calles, entre muchas otras, en salas de exhibición en la vía pública, sin que ninguna de estas “feroces” autoridades se den cuenta.

Será que la vara con la que Guadalajara mide a los “delincuentes” en la calles, para unos es sólida, firme e inquebrantable, en tanto que para otros más organizados les “tiembla” la varita.

Al cierre del 2019, el ayuntamiento de Guadalajara presumía haber detenido a más de 668 de los delincuentes llamados “aparta lugares” y en la primer semana del 2020 ya daba cuenta de otro exitoso operativo donde 30 personas dedicadas a esta actividad, fueron sancionados por el gobierno ciudadano. Las matemáticas no fallan y estos números podrán incrementar para llegar en el próximo proceso electoral intermedio a establecer en las urnas, el costo real de dichos operativos.

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