El veneno de abeja puede curar diversos padecimientos como el acné severo, las várices y hasta disminuir los efectos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) Sida, afirmó el investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la Universidad de Guadalajara, maestro Sergio Álvarez Barajas.
El académico del Departamento de Biología Celular y Molecular, con más de 20 años en el estudio de las abejas, encabezó un estudio en el que aplicaron veneno de abeja a jóvenes estudiantes con acné severo en el rostro, con la intención de disminuir los procesos inflamatorios, destruir la grasa y ayudar a restaurar la piel.
Los investigadores extrajeron la apitoxina del aguijón de la abeja y lo punzaron en el rostro de los participantes entre 50 a 100 veces, inyectando de esta manera natural las microdosis.
Tras ocho semanas de inyectar el veneno en las zonas con acné, 90 por ciento de las personas presentaban una regeneración casi total de la piel, gracias a una enzima llamada hialuronidasa, que promueve la replicación celular para el restablecimiento de la piel, explicó Álvarez Barajas.
Además de eliminar la grasa, este antídoto aporta hidratación a la piel, rellena las pequeñas arrugas y líneas de expresión que existen y da un aspecto más terso al rostro, añadió.