POLÍTICA

EN EL SALTO JALISCO TERMINARÁ UN GOBIERNO DE DESECHOS

Por: Redacción/ TEN/ Política

La insensibilidad humana y criminal sigue siendo la conducta mostrada por el aún presidente municipal de El Salto, Ricardo Zaid Santillán Cortés, que por su demencial capricho, mantendrá sin comer y sin recursos elementales a medio centenar de trabajadores y a sus familias luego de que, desde el viernes pasado, elementos de la policía saltense, obedeciendo órdenes superiores y con lujo de violencia, secuestraran 10 camiones recolectores de basura, retuvo y encarceló a un trabajador; y le deja a la siguiente administración municipal, que inicia hasta el próximo martes, toneladas de desechos y basura en una docena de colonias de dicha localidad.

Tras dos reuniones llevadas a cabo con autoridades estatales de la secretaria general de gobierno, los trabajadores seguirán en permanente manifestación frente al palacio municipal de El Salto, en espera de la nueva administración que, por obvias razones, ahora está imposibilitada para dialogar y buscar una solución a este conflicto generado premeditadamente.

Este miércoles, a pesar de haberse comprometido, el presidente municipal saltense, no asistió a la segunda reunión programada en el Palacio de Gobierno, envió a un representante, que asistió sin ninguna propuesta de solución, en tanto que sí acudió un representante de la futura presidenta, pero, lo hizo nada más para enterarse directamente del tema.

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Mata de hambre a trabajadores de aseo, el presidente de El Salto.

A esta segunda reunión asistieron el dirigente estatal de la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC-CONLABOR) Jalisco, Antonio Álvarez Esparza, el delegado sindical en El Salto, Juan Ángel Hernández Martínez, el director de CAABSA en Guadalajara, Óscar Hernández, quienes se llevaron otra desilusión, porque los trabajadores vejados por la abominable conducta del munícipe saliente seguirán sin sustento, así como sus familias.

A unos días de que concluya esta administración municipal, lo que hereda a los habitantes saltenses, es un grave problema ambiental que degenera en un peligroso problema de salud pública, por su estulta intransigencia.