Las características geográficas del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), así como la poca circulación de vientos y fenómenos como las inversiones térmicas, influyen en la acumulación de contaminantes en la ciudad, por lo que concientizar sobre el impacto de las actividades humanas puede ser un factor que ayude a frenar el aumento en la contaminación del aire.
En la ciudad, autoridades medioambientales realizan mediciones de contaminantes como monóxido de carbono, ozono y partículas menores a 2.5 micras, las cuales pueden repercutir en la salud de la gente, afirmó el investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG, doctor Hermes Ulises Ramírez Sánchez.
“Básicamente, entre 70 y 80 por ciento de esos contaminantes provienen de la combustión de los vehículos automotores”, informó.
Estos contaminantes pueden provocar diversos daños a la salud, desde afectaciones ligeras como irritación en los ojos, hasta complicaciones en casos de personas que tienen enfermedades respiratorias o cardiovasculares, añadió Ramírez Sánchez.
“La sangre está exageradamente llena de monóxido de carbono, por lo tanto, no hay una buena oxigenación en la sangre y puede provocar un evento cerebrovascular”, dijo.