Contrariamente a los datos oficiales emitidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y los gobiernos municipales de la zona conurbada de Guadalajara; observatorios ciudadanizados e instancias no gubernamentales especializadas en ecología y medio ambiente, han señalado oportunamente la constante afectación de áreas verdes, en donde sistemáticamente son aprobados los cambios de uso de suelo, de inmediato y pese a ordenamientos y suspensiones de tribunales, surgen edificaciones verticales de alta densidad habitacional.
En los gobiernos emecistas actuales, el ejecutivo estatal, Enrique Alfaro Ramírez ha sido señalado en múltiples ocasiones de tener intereses en dichos desarrollos inmobiliarios, de igual manera los munícipes de Guadalajara y Zapopan, Pablo Lemus y Juan José Frangie.
Recientemente, vecinos del Parque San Rafael se percataron de la presencia de una tuneladora que no estaba incluida en el proyecto original del vaso regulador que se construye en el espacio público, del que han sido despojados.
Esta situación no sólo les preocupa a ellos, también a académicos de los centros universitarios de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y de Tonalá (CUTonalá) de la UdeG, quienes advierten de las complicaciones socio ambientales que derivarán de esta obra.
El doctor Juan Pablo Rojas Ramírez, profesor investigador del CUTonalá, indicó que el vaso regulador y las torres residenciales que se construyen en la zona impactarán en la cuenca de San Andrés, que se encuentra al Oriente de la ciudad.