En América Latina, México parece no tomar en cuenta la importancia que tiene implementar sistemas de regulación, medición y control de la contaminación acústica.
La Directora del Directora del Instituto de Medio Ambiente y Comunidades Humanas del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias CUCBA, Dra. Martha Georgina Orozco Medina, durante su participación en el programa especializado en medio ambiente, PIENSA VERDE y cambia tu mundo; habló acerca de este fenómeno socio ambiental que se ha incrementado en la vida diaria, derivado de la misma actividad productiva.
Sectores como la construcción, industria, servicios y hasta la recreación, han degenerado en afectaciones a la salud de los seres humanos; enfermedades en el sistema nervioso central, dolores de cabeza recurrente, agotamiento mental, estrés crónico, son tan solo un ejemplo.
“Particularmente en el área de la construcción, quienes laboran en cualquiera de las etapas, se exponen a condiciones de ruido que afectan al sentido del oído interno, todos estos son efectos que se van presentando en ocasiones de manera paulatina y no somos conscientes hasta que deriva en una situación más crítica”, advirtió la investigadora de la Universidad de Guadalajara.
En general, la contaminación auditiva que se tiene en zonas metropolitanas como la de la CDMX, Guadalajara, Monterrey y otras, representan un riesgo elevado para quienes desempeñan actividades por jornadas prolongadas, quienes se encuentran expuestos en el tráfico y las vialidades, a causa de las frecuencias y la exposición a decibeles que el oído capta de manera involuntaria y que impacta en el oído interno, causando daños irreversibles.
El uso continuo de la tecnología como son los audífonos por periodos prolongados y con volúmenes altos, produce ondas sonoras agresivas para al sentido del oído, dañando las células ciliadas, mismas que tienen una función particular para el funcionamiento entre el oído y el cerebro, “una vez que se dañan estas células no hay vuelta atrás, la capacidad auditiva no se puede recuperar” advierte la Dra. Orozco Medina.