Laquesis se percata de Caronte y deja su rueca para acercarse y decirle algo importante, referente y oportuno a los tiempos que vivimos en nuestros días.
Laquesis : “Subordinado estas Caronte, a nuestra labor por los siglos de los siglos, y mereces un reconocimiento. Eres la antítesis de la vida que aquí tornamos…tu influencia, tus alcances y tu labor ejecutoria evitan el desborde y el sufrimiento de la vida en el cada vez más pequeño mundo… creemos mis hermanas y yo conveniente una purga extrema a la población. Por eso estás aquí frente a mí; tenemos que confrontar nuestros mandatos”.
Caronte : -con voz hueca, pausada, firme- “Durante siglos he perfeccionado mis métodos. Tengo todo tipo de medios aquí en el infierno para disponer de la vida de quien sea, súbita, abruptamente con la materia inerte subordinada a mis órdenes: órdenes que vosotras me dirán para complacerlas”.
Laquesis : “Ocupadas estamos aquí…hilvanar, unir, prever cada acción y pensamiento de cada persona que nace; es harto laborioso. Caronte, dime brevemente de que miles de formas has cortado la vida para así darnos una idea de tu vasto repertorio… y sobre ello, idear o poner en práctica otra manera de matar las intenciones humanas que aquí se fabrican… En estos momentos acabamos de unir los destinos de un grupo de 30 niños escolares que deben perder la vida antes de los 12 años, todos a la vez… tú decides la ejecución… ¿decías?”
Caronte : “Me subordino plenamente ante su autoridad y os pido “un tiempo breve” para preparar un reporte cronológico de mis actividades en los últimos 300,000 mil años. Regresaré listo para informar; listo para ejecutar sus designios…”
Laquesis : “Aceptado, y te espero para reducir esa mancha (la mancha demográfica) que nos dé más campo libre para seguir tejiendo destinos… pues nuestra labor es eterna”.
Se aleja Caronte arrastrando sus huesos, regresa a su trabajo y ya en la última llevada de las almas al otro lado del pestilente río, baja de la barcaza a cada alma, les mete la mano huesuda a través del ombligo para alcanzar el corazón, que según sus acciones en vida “es su grado de pureza”. Un corazón “brillante rojo carmesí” cotiza bien en el mercado negro… así, se ha hecho de un patrimonio –a escondidas de las Moiras–. Por eso la muerte es un imperio; durante siglos ha sido autofinanciable.
Caronte piensa en su hueco cráneo si esta purga radical le restara sus ganancias ante la falta de almas por degradación o vaporización de los cuerpos, y mezquino piensa: “Les diré a las Moiras lo que quieren saber”. (¿Acaso esperaban de la muerte un gesto de honestidad y ética?).
Laquesis y Caronte, mitología griega
Pasados dos siglos, Caronte regresa ante Las Moiras que atentas están reorganizando los destinos ante la nueva realidad tecnológica de “la inteligencia artificial” lo cual se traduce en otras nuevas maneras de exhalar el último suspiro. Laquesis deja su telar y mirándolo a las cuencas donde alguna vez había ojos le dice.
Laquesis : “Os escucho… el arte de tejer destinos es perfectible y para ello ocupamos más tiempo; el tiempo transcurrido de los últimos 300.000 mil años no ha sido suficiente. Contamos contigo para evitar una saturación que nos impida continuar… os escucho”.
Caronte : “La gente quiere vivir más tiempo; dispone de seguridad en los vehículos de transporte, cuida su alimentación, cursos de defensa personal, más medicinas, parto asistido… todo lo necesario para estar en contra mía. Tengo permiso sellado y firmado por Tanatos y Hades para ejercer mi labor y como no puedo esperar una muerte lenta, tengo que ejecutar de súbito… lo que conlleva crueldad, pero la muerte es rápida… afirmó, oh poderosa Laquesis, no solo continuar con la misma política; sino incrementar y arrasar con la mayor cantidad de gente posible. Sugiero otra pandemia… que desgarre sus entrañas y no terminen el día una vez infectados”.
Laquesis: “Eso, sería muy obvio y al igual que la pandemia del Covid estarían prevenidos… Cloto y Átropos nos inclinamos por medidas radicales y sin previo aviso… el tiempo apremia”.
-Caronte, viendo que no podría persuadir, optó por seguirle la corriente…-
Caronte : “Muy bien, considero que una mega catástrofe ocasionada por una fisura de tierra desde Canadá hasta la isla de Pascua precipitaba a mis dominios (el pestilente inframundo) a millones de personas en cuestión de minutos… -Laquesis, pareció satisfecha con la propuesta “y le autorizo” avisarle a la Madre Naturaleza para que nos auxilie.
Laquesis : “Ve Caronte… regresa a tu trabajo y te esperamos en breve para que confirmes hasta donde redujo la mancha.
Caronte, sabía que si Las Moiras descubren que no realizaba tal catástrofe podrían ellas tomar el control: “Las Moiras solo saben tejer destinos ¿Qué saben ellas de matar gente? Además una catástrofe de esa naturaleza podría causar la extinción de la especie… y del negocio”. Por lo que Caronte arrecio su arremetida contra la humanidad:
A machetazos, atropellamientos masivos, accidentes impensables, electrocutados, asesinatos, crueldad con las mujeres, ahogamientos, quemados vivos, múltiples balaceras y masacres, muertos por fentanilo, drones para matar, decapitados, mutilados por máquinas, aplastados, mordidos por víboras… Si Caronte “cumple con la cuota” dejarían de molestarle. Por ello, desde el año 2018 la mortalidad ha incrementado pero aún lejos se encuentra de llegar a los números en conjunto de la 1ra y 2da guerras mundiales.
Numeralia: De un promedio de 500,000 muertes diarias en todo el mundo… 420,000 sufren muertes violentas; extremadamente violentas y crueles a manos de otros seres humanos… son víctimas de accidentes vehículares y laborales cuya impronta es el más exacerbado sufrimiento; horror físico que deja a la persona aún con vida… en franca agonía disparando las terminales nerviosas del individuo a regiones medulares del extremo dolor que nunca, -hasta ese desgraciado momento- se habían activado… un dolor que anula el pensamiento, que convulsiona violentamente por lo intolerante a soportarlo… aunado al extremo dolor que la persona experimenta cuando la vida se apaga. ¿Por qué esta tendencia a la crueldad al morir, es más elevada que una muerte apacible cuando se duerme? ¿Quién, o qué decide qué personas deben padecer una u otra? Pero… ¿Qué causalidad genera esta realidad?
En otra colaboración mía (abril de 2023) titulada “¿Cuál es el sentido de la vida?” escribo la siguiente línea: “Los seres humanos somos entes con consciencia, vulnerables y desechables…” (El artículo lo encuentra aquí en TEN Informativo).
Ninguna ideología, ningún dogma, ninguna disciplina, ninguna religión… Ninguna decisión ha evitado el fenómeno de la muerte. La muerte al igual que los sueños están programados en la especie animal y humana y están relacionados… ¿Conveniente sería explicar en este espacio cuál es su relación? No. (Lea “¿Por qué el sueño fisiológico, porque el sueño onírico? Aquí en TEN Informativo).
Sin importar estatus social, estética, posición, conocimientos, edad y género. La muerte es la única democracia que prevalece en el mundo; en la manera de morir radica la diferencia de la dualidad, ley que rige la continuidad de la vida.
Dalia Negra y Furuta, casos inconcebibles de brutalidad humana.
Si usted leyendo ha llegado hasta aquí, reflexione con la debida madurez las siguientes líneas: Nuestra masa muscular y orgánica se sostiene sobre una estructura ósea/esquelética. El equilibrio fisiológico de todo el organismo se basa en sistemas; digestivo, respiratorio, sanguíneo… Todo lo anterior lo controla una directriz, con consciencia de si… con capacidad de sentir placer y dolor; que se sabe finito. La vida llevada a su fin con crueldad es un acontecimiento –no cultural- en el que bajo mecanismos desconocidos la materia inerte se vuelca contra esa persona: –machete, maquinas, autos, balas-. La muerte –“o ausencia de intercambio sináptico en el cerebro y anulación de la homeostasis”- es la misma de hace 300,000 mil años. ¿Qué haría usted de saber que el final de su vida sería de manera trágica y violenta?
Aunque se resista a aceptar esta afirmación: -Existe manera de detectarlo- radica en nuestro cerebro y tal acontecimiento (la muerte natural o violenta) está separada de nuestra consciencia por una infinita y delgada membrana de tejido ubicado en las profundidades del mal llamado cerebro primitivo/reptiliano. Imposible acceder a esa información por medios invasivos, pero… “existe una manifestación a la vista” que lo hace detectable. En ocasiones, a algunas personas se les manifiesta por Sinestesia, lo que se denomina muerte psicológica, en donde el individuo percibe anticipadamente su muerte.
Caronte dispone de dos siglos matando, arrasando con más gente con crueldad… con infinita crueldad antes de presentar su reporte a Láquesis y Las Moiras. Las Moiras esperan que Caronte haya purgado la población para disponer de más espacio “donde acomodar” los cientos de miles de nuevos destinos entretejiéndose en la actualidad.
Pregúntese: ¿Se podrían evitar esas muertes?
Las Moiras en la mitología griega
Mientras esta denigrante mortandad continúa en el mundo Caronte congenia con la madre naturaleza la erupción de varios volcanes que desencadenen “una mini catástrofe” cuyas consecuencias serían un buen bono de cadáveres por reportar a Las Moiras (por eso se ha dado la erupción del Popocatépetl en México; así como el volcán Etna en Italia, el Volcán Cumanday en Colombia, el Sangay y Cotopaxi en Ecuador, y el Volcán Merapi en Indonesia… y los que faltan).
Las Moiras mientras en su continua ocupación e intercambiando puntos de recomendación sobre la vida, entretejen personalidades, psicologías, visiones, alcances e inteligencia… aderezan de más y así, distraídas cometen un error.
En su elaboración engendran a un destino que tendrá la facultad de superar a las mismas Moiras y anular a Caronte: Atila, Pedro el grande zar de Rusia, Teodosio I emperador de Roma, Alejandro Magno, Iván el terrible, Iosiv Stalin, Hitler…. Vladimir Putin, han sido cercanos al atentar contra la humanidad y ocasionar un conflicto permanente y/o de extinción… eso, hasta ahora. Este nuevo destino trae la fatalidad:
Era el año de 1943 y Elizabeth Short se emancipaba de su familia de su poblado natal Boston Massachusetts viajando a California buscando ser actriz de cine. No logró posicionarse y para sobrevivir hacía las veces de dama de compañía a cambio de alimentos en los centros nocturnos de la ciudad. Era la posguerra y así conoció a Matthew M. Gordon Jr. piloto de aviación de quien se enamoró. Hubo planes de boda que al paso del tiempo se vieron truncados al fallecer su prometido en un accidente estrellando su avión durante un ejercicio de reconocimiento. Elizabeth Short era una mujer imponente y debido a su belleza, alegría y magnetismo fue conocida entre las personas nocturnas como -La Dalia negra-.
Ella jamás se prostituyó para obtener papeles a fin de actuar en alguna película; ni para sobrevivir…. Y fue así ante la rotunda negativa hacia un hombre que la acosaba que su destino; destino que habían tejido Las Moiras quedó determinado a cumplirse de la manera más cruel como a pocas personas le ha tocado infaustamente experimentar. La noche del 14 al 15 de enero de 1947 La Dalia Negra fue secuestrada, violada y atada de pies y manos en una bañera. El inhumano sujeto que la martirizó, “le dibujo” una sonrisa con un cuchillo en la cara, la piqueteo profundamente en todo el cuerpo, fue golpeada con un bate y causándole múltiples laceraciones, la desangró, sus intestinos bazo y corazón le fueron arrancaron… una parte de su vagina fue mutilado, así como una de sus piernas… fue cortada desde el abdomen en dos partes. La necropsia encontró en su boca y estómago heces fecales. El indescriptible y prolongado sufrimiento de Elizabeth Short, la Dalia Negra es equiparable, pero con mayor crueldad al de la joven japonesa de 18 años Junko Furuta en 1989 y cuya agonía y dolor se extendió por 43 días… totalmente desecha, masacrada en vida por cuatro jóvenes universitarios varones quienes en la actualidad son casados, con hijos e impunes. Un engendro, un destino con este grado de crueldad está circulando en nuestro mundo en estos momentos y que no tendrá reparos en matar “al estilo marcado” en Elizabeth Short y Junko Furuta… de la guía, de la mano de Caronte… por quien después eliminará para tomar su lugar. Este nuevo engendro de la muerte será conocido como: “Ogrish”.
No se evidencia a la percepción del elemental sentido común, que la muerte ejecutada con irracional crueldad “vaya a la baja”. Desgraciadamente lo palpamos en nuestros días y quienes detentan el poder para evitarlo, por miedo, por ignorancia u omisión, el fenómeno… el monstruo sigue creciendo.
“No es lo que los hombres malos hacen para imponer el mal; sino lo que los hombres buenos dejan de hacer para evitarlo”. Edmund Burke 1729 – 1797
Indignada lectora… aturdido lector, del anterior dicho: ¿De qué lado está usted?— Escriba: [email protected]
Nota aclaratoria : Las palabras directas, adjetivos y afirmaciones que componen esta narrativa, son las necesarias con el fin de informar; y son de dominio público. Por lo que este escrito no debe ser considerado apología del delito Atienda y asimile con el debido criterio esta lectura. Atte. El autor.
La muerte es un acto natural, pero, ¿Por qué tanta crueldad?
Autor: Carlos Martínez Valadez, Junio de 2023.
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Próxima semana: «Cosas de fantasmas».
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