Mucho se ha escrito acerca de los naturales que vivieron en nuestro actual continente, de las culturas mesoamericanas y mucho se ha distorsionado la realidad de los acontecimientos, tomando en cuenta que la historia la han escrito aquellos que subyugaron, amedrentaron, exterminaron y controlaron a quienes habitaban el extenso territorio, hoy llamado continente americano.
Las historias que acompañan cada uno de los más de 200 poemas compilados en el libro “Cantos Tecuejes” del escritor tapatío Carlos Vallín, son el resultado de más de siete años de investigación en lo que fuera, antes de la llegada de los conquistadores, el hogar de tribus Tecuejes, Caxcanes, Cocas, Wirarikas, Huachichiles, entre otras que despectivamente recibían el nombre de Chichimecas, por ser aguerridos y difíciles de doblegar por los españoles.
El terreno que dominaban estos grupos étnicos, se extendía desde lo que ahora comprende Jalisco, Colima, Nayarit, Aguascalientes, parte de Sinaloa, de Guanajuato y de Zacatecas, hasta la frontera étnica natural con los Tarascos (hoy Michoacán).
Durante la presentación de esta obra, la también escritora Silvia Quezada Camberos, esbozó; “¿Qué se ha dicho de la cultura de occidente? Porque estamos acostumbrados, conocemos mucho de la cultura del centro que es la que se ha quedado en papel con la letra impresa, pero muy poco de nuestra cultura de occidente”.
Agregó que este trabajo, se convierte en un documento que da voz a los caídos y no a los vencedores, “esta sería la naturaleza exacta de todo el poemario cantos Tecuejes, creo que la poesía…cada vez que se afianza en las comparaciones, nos muestra culturas y formas de ser, diferentes. A veces los objetos que nombra, parecen estar disociados; hay aromas y palabras que parecieran equivocas, pero es nuestro desconocimiento como mexicanos, de esa cultura. Lo que ha logrado Carlos Vallín en este poemario es casi didáctico”.