CULTURA

EL SERENO ASOMBRO DE LOS PARQUES DE ISABEL HERRERA

reseñas*Jessica Pelayo

EL SERENO ASOMBRO DE LOS PARQUES DE ISABEL HERRERAEl minicuento es un arte conciso. Se puede definir como un relato extremadamente corto que en apariencia carece de acción, de personajes delineados, de un momento de tensión, pero cuyo desenlace provoca una revelación momentánea de esencias. La economía del lenguaje es el principal recurso, provoca desasosiego, pulsaciones internas, ritmo, una idea desconocida que se alberga en el lector como un asalto y lo toma por sorpresa para echar a volar su imaginación. Esa misma sensación proporciona la obra: El sereno asombro de los parques de la autora Isabel Herrera de Taylor, una colección de cuentos desarrollados en diversos marcos con la intención de ofrecer historias únicas que pueden ser distorsionadas y cegadas por la realidad. El primer cuento se titula “Al borde” y si me permiten halagarlo, considero que ofrece total plenitud y satisfacción al lector para que tenga sentido de permanencia. Se relata la historia de dos personajes en distintos planos: la escritora y Silvia, invento de la creación de la escritora. En el primer plano se cuenta la historia que está creando la escritora sobre el personaje de Silvia y como segundo plano se cuentan las experiencias que tiene que vivir la escritora para formar su creación.

EL SERENO ASOMBRO DE LOS PARQUES DE ISABEL HERRERAEl cuento tiene ese toque erótico que envuelve a los personajes conforme se van desarrollando, sin llegar a ser demasiado obsceno. Yo iba en el tren cuando leí el cuento y sonrojada me dejé llevar por la historia de las dos mujeres. Al inicio todo transcurría de una forma lineal, historia ingeniosa contando la vida doble que quizá muchos escritores viven, pero gran sorpresa me llevé al final del cuento cuando la escritora alternó su realidad por formar la historia de sus personajes. Recuerdo precisamente la sensación de mi mente cuando al leer todo iba plano, luego la subida se tornaba demasiado alta y de repente, caía en picada. El final me bañaba como si de agua fría se tratase y terminé asombrada. Otro cuento que me llamó mucho la atención fue El niño que escribía, un cuento que sentí como agua helada al conocer el final. La pobre alma de un niño, tan inocente que no conocía la muerte, a pesar de que la vivía día tras día. En la última sección del libro aparecen los minicuentos, uno en especial titulado “Sin amor” deja mucho a la imaginación, pero a la vez dice todo. Una estantería con diversos adornos de habitación presencia las peleas de una pareja, una pareja que quizá no resuelve las discusiones de la mejor manera y provoca que la señora se esconda y que el señor agarre los adornos de la estantería y del enojo los arroje; dejando a la imaginación que quizá la protagonista sufre de violencia física por parte de su pareja y tenga que encerrarse para que no le haga daño. Los adornos saben exactamente lo que sucede en las peleas y es por eso que tienen miedo, porque tarde o temprano serán arrojados por la ira del personaje.

EL SERENO ASOMBRO DE LOS PARQUES DE ISABEL HERRERANormalmente yo no elijo el minicuento como lectura de cabecera porque me gusta mantener mis sentimientos durante un largo periodo, un mini cuento al carecer de una estructura extensa me ponía en duda si me ofrecía lo que realmente yo quería. Pero ahora que tuve la oportunidad de acercarme a este género me doy cuenta que no ofrece menos que una novela. Para mí fue un mundo novedoso toda la colección de cuentos y minicuentos. Las situaciones que se mencionan en cada historia me hacen pensar que son apegadas a una realidad presente, pero a la vez muy única o quizá los personajes hacen única cada situación. Algo que también me parece importante mencionar son los picos alternos que el lector puede presenciar pasando las páginas del libro y teniendo en cuenta las características del minicuento siento que la autora tiene como objetivo en su colección precisamente lo siguiente: asechar al lector como en un asalto y tomarlo por sorpresa para echar a volar su imaginación. Puede que cada texto cuente con una forma precisa para ser escrito; teniendo la receta con los ingredientes y pasos a seguir, pero no cualquiera sazona con toque propio la historia y El sereno asombro de los parques fue una combinación exacta de todo lo anterior.

(*Jessica Pelayo, estudiante de la Licenciatura de Letras hispánicas de la Universidad de Guadalajara, proyecto Club de Lectura 2.0)

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