DE SÍMBOLOS A SÍMBOLOS
Por: Carlos Arturo Espadas Interián*
Los sistemas educativos tienen historia, no se pueden comprender desligados de ella, por esa razón, nuestros sistemas educativos latinoamericanos son muy diferentes a los de otros países del mundo, sobre todo los europeos o el estadounidense.
Nuestra historia es una que se construye a partir de la depredación de todos los recursos y seres vivos, incluyéndose los indígenas que llegaron primeramente a estas tierras continentales, así como los negros traídos a la fuerza y que eran considerados parte del engranaje en las fuerzas productivas.
A ellos tendríamos que agregar las escalonadas de migraciones de otros pueblos y razas: japoneses, turcos, chinos, judíos, polacos, alemanes… una diversidad de pueblos y razas sí, pero lo más importante: configuraciones societarias diversas que tenían que constituirse en un concepto inexistente y que fue construyéndose, al menos en nuestro país, muy lentamente y con mucho esfuerzo y sacrificio de todos los mexicanos.
Sabemos que estructuras como el Estado Nación y la familia –que por cierto es uno de los pilares más importantes de la estructura societal latinoamericana contemporánea–, están en crisis; así como también conceptos que van más allá de conceptos como la raza están siendo duramente cuestionados.
Para nosotros los mexicanos, los símbolos son el anclaje identitario cultural que posibilita nuestra interpenetración con otros pueblos a partir de lo que hemos sido y somos. Es cierto, las culturas cambian, se transforman y desarrollan. Sin embargo, también es cierto que hay elementos ideológicos y trasfondos hegemónicos en los elementos de interacción que son lanzados adrede para someter y eliminar culturas.
Las celebraciones, rituales cívicos y religiosos, conmemoraciones y demás, trascienden los conceptos nacionalistas y religiosos –católicos generalmente–, para enclavarse en esos elementos culturales fundamentales para comprender nuestros pueblos latinoamericanos y por supuesto: el nuestro.
Las escuelas hemos sido instrumentos de construcción cultural identitaria y de conformación de integraciones dentro de la comunidad societal mexicana, es una tarea asignada históricamente que no implica únicamente reproducciones, sino también preservaciones, deconstrucciones y reconstrucciones. Hay tendencias y momentos históricos que deben ser analizados para aprovecharlos y poder impactar de forma trascendente en nuestra sociedad mexicana, sin duda alguna, pero deben ser decisiones nuestras, de nuestro pueblo y no producto de presiones de organismos internacionales, gobiernos extranjeros y grupos de dudosa reputación.
La importancia de la independencia tiene que ver con esos elementos simbólicos y condiciones de facto que nos configuran.
*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. [email protected]