Ayer leí “El Acontecimiento”, de Annie Ernaux, después de una opípara comida, un relato de 119 páginas in quarto.
Un relato racional retórico en el que privilegia la conversión de un relato fútil a uno literario mediante el uso del lenguaje retórico explícito con la intención de que lo que cuenta y denomina “acontecimiento” perdure en el tiempo al hacerlo público.
Explica en el mismo relato que el hecho, su propio aborto, quedaría en los límites de lo personal, olvidado en su memoria, como es lo normal, si ella no hubiera tenido la firme voluntad de preservarlo al desplazarlo al plano de texto literario, sin darse cuenta del hecho de que, al hacerlo a un lado, el hacerlo literatura, lo convertía en un hecho intrascendente.
Sin duda, una visión falsa de la literatura dominada por la ideología política.