NI EN SU MEJOR ÉPOCA, CUANDO ERA PRI PURO
Por: Dr. Luis Octavio Cotero Bernal*/ TEN/ Opinión/ Política
Ahora que es el mismo PRI pero con el disfraz de Morena, a donde fueron a dar las lacras que además de destruir el propio PRI, ahora se han dado a la tarea a tambor batiente de destruir la República, de someterla en el nombre de la democracia a ese pueblo sabio que con la miseria bimestral y becas del pseudo bienestar a donde han llevado a las clases mayoritarias y menesterosas a las que con toda la mala fe manipulan y engañan, chantajean y distraen de tal suerte que no se dan cuenta del caos en que ha caído este País, que esos ahora empoderados y ricos nuevos que parece que también no se dan cuenta que pronto ellos y los suyos estarán sometidos por la fuerza militar, por el control absoluto de las personas, de su patrimonio, tránsito y de todo tipo de derechos que hoy estos priistas inmersos en el estiércol que ahora se llaman de Morena y que se han constituido en unos auténticos matanceros de todos los derechos sin darse por enterados que el día de mañana serán las reses víctimas de este latrocinio que han causado y que pareciera irreversible, si es que toda la sociedad esa mayoría que se dice buena, pero que ha guardado una conducta nada decorosa, cobarde y tolerante permitiendo que este desastre originado por un senil, demente, esquizofrénico, paranoico, infame vengativo y traicionero inmerso en la mera cumbre de la delincuencia que hizo posible que estas mafias hayan llegado al trono en que hoy se encuentran.
Es dramático que un importante sector de la sociedad preocupado por la desaparición de la República, no pueda coincidir en un fin común que genere un auténtico liderazgo que pueda sacar adelante tan noble propósito como es el de restablecer el orden constitucional y el más absoluto estado de derecho del que los cobardes detractores se han apoderado pero que están a la luz de todos para derrotarlos y retomar los causes de la Patria que tanta sangre ha costado y que hoy se derrama criminal e inútilmente.
Quisiera estar equivocado en lo que aquí sostengo y si mi único y amable lector tiene a bien el corregirme de lo que aquí asentado, siempre se lo reconoceré y agradeceré porque este mal que nos aqueja Jalisco no es ajeno, sino todo lo contrario, que hace unos cuantos meses estuvo en todos los medios de comunicación por el tema del Rancho Izaguirre que las autoridades federales descubrieron como un centro criminal de capacitación y hasta cremación de cuerpos o secciones y que injustificadamente, la federación le derivo al estado que si bien es cierto, también las autoridades permitieron el posicionamiento de la delincuencia organizada desarrollándose los laboratorios, creciendo el huachicol, la desaparición de personas, permitiendo un Poder Judicial integrado por Magistrados y Jueces de consigna, la corrupción más grave nunca antes vista, ya de por si desbordada y pareciera consentida que los responsables de este estado de cosas que siguen gozando de la absoluta impunidad en aquella península ibérica con un patrimonio incalculable y que se le atribuye al ex gobernador Enrique Alfaro Ramírez y sus secuaces Ricardo Sánchez Beruben ex Secretario de Seguridad Pública, Luis Joaquín Méndez Ruiz ex Fiscal del Estado y Enrique Ibarra Pedroza que era el encargado de la gobernabilidad del Estado y que muy impunemente, hoy disfruta de semejantes e inmerecidas alabanzas con sendos reconocimientos públicos en el Congreso del Estado y en su municipio de origen, que a punto esta de ser jubilado con sendas pensiones por el gobierno del Estado y la misma Universidad de Guadalajara, aunque no haya devengado ni siquiera los salarios mucho menos sendas pensiones que correrán a cargo del desempeño de quienes si cumplieron con su función en el servicio público y en la academia y que todos los medios sin razón ya dejaron de señalar ya que igual que las autoridades han dejado de mencionar haciéndose un silencio sepulcral sin que se haya esclarecido todo ese tema del centro de entrenamiento.
Es hora de que, así como algunos sectores de la sociedad salen a defender sus preferencias, es momento de que todos seamos solidarios en defensa de la República, de la Constitución y del estado de derecho, que es nuestro derecho y deber natural así abandonar el confort de la cobardía, impotencia, indiferencia y salvarnos los que aún nos queda un poco de tiempo por esta vida, pero en pos de todos nuestros hijos y nietos que ya conforman esta comunidad.
*Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara. [email protected]