ESTUDIANTES DE LA UDEG DESARROLLAN ADITIVO QUE REDUCE LA CONTAMINACIÓN EN PROCESO LADRILLERO.
Es posible fabricar ladrillos de una manera amigable con el medio ambiente, gracias al proyecto Ehécatl, integrado por cuatro estudiantes de la Univerisdad de Guadalajara (UdeG), el cual promueve buenas prácticas en elaboración, más la utilización de un aditivo polvoso creado por ellos mismos, que reduce el tiempo de quemado del mismo.
Según la zona, son utilizados diferentes tipos de materiales para la fabricación del ladrillo. Éstos pueden ser arcillosos como el barro, o fibroso como el estiércol; además de tierra, todos los mezclan, en diferentes proporciones, con agua. Posteriormente, colocan la mezcla en moldes para darle forma. Luego lo ponen a secar, proceso que puede durar tres días, y al final lo introducen en un horno para eliminar el agua que todavía tengan y adquiera el ladrillo su dureza, afirmó Lizette Orozco Rosales, estudiante de Ingeniería Química, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
En el proceso final de quemado puede ser utilizada madera como combustible, y es una fuente de contaminación ambiental, por lo que se requiere adoptar buenas prácticas y productos que reduzcan la emisión de contaminantes, opción que sí da el proyecto Ehécatl.
Además de la utilización del aditivo, los estudiantes proponen un mejor aprovechamiento del Sol para el proceso de secado. Esto puede lograrse con un patio adecuado que proteja al ladrillo de las condiciones del clima, que funcionaría como una especie de invernadero que mantuviera una temperatura más estable para un mejor aprovechamiento del Sol, agregó Ángel Martínez Romero, estudiante de la licenciatura en Energía, del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá).
En el proceso de secado se inutilizan, siguiendo procesos normales, entre ocho y 12 de cada 100 ladrillos, esto debido a las condiciones climatológicas. Siguiendo las propuestas del proyecto Ehecatl, la pérdida se reduciría en 50 por ciento, y sería debido a causas como un moldeo inadecuado del ladrillo, porque en el terreno de secado había piedras y otras causas ajenas al clima, detalló Martínez Romero.
Recomiendan también partir la madera en pequeños trozos, y que éstos se pongan a secar. Esto provoca que el ladrillo se cueza más rápido, lo que favorece la reducción del tiempo de quema y utiliza menos madera para ello. Todo esto reduce la emisión de contaminantes que se generan en el proceso de producción, explicó.