CULTURA

A LA ORILLA DEL TIEMPO EN EL PARQUE MORELOS

PARQUE MORELOSPensé mientras caminaba por esa única banqueta en la que, desde que me acuerdo, en la segunda quincena de octubre se instala un tianguis dedicado a las artesanías relacionadas con el Día de Muertos.

Cempasúchiles olorosos, inciensos, velas, altares hechos con madera de balsa, calacas, juguetes que ya solamente se miran en vitrinas en algunas tiendas y cafés de las plazas comerciales.

Y la comida propia de estos días: tolondrones (para los preguntones, diría una señora muy risueña de cabellos entrecanos), el pan de muerto, azucarado o con ajonjolí, el pan de natas…

A LA ORILLA DEL TIEMPO EN EL PARQUE MORELOSÚltimamente, la señora de la fiesta con su elegante vestido porfiriano y su sombrero de ala ancha, su plumaje y su pedrería, es la Catrina.

Primero, José Guadalupe Posada, el célebre caricaturista aguascalentense que la inventó como una burla a los indígenas que siendo pobres fingían ser ricos (quizá como la Nobleza de Ropa francesa o la Ilustración ignorante de nuestros días), la nombró “La Catrina Garbancera”, porque la venta de garbanzo era la fuente de su sustento.

Luego, Diego Rivera le quitó el adjetivo y la dejó solo como “Catrina”, igualmente como una forma de burla contra los indios que pretendían tener dinero.

De ello solo quedó la forma abstracta de la burla, la ironía, que se extendió a la burla ante el miedo a la muerte.

La tradición de esa calle lateral del parque Morelos nos refleja como la sociedad que somos, aunque no nos demos cuenta.

A LA ORILLA DEL TIEMPO EN EL PARQUE MORELOSEn ella se conjugan la nostalgia por lo viejo, como aquellos juguetes de lámina y de madera que ahora se nos antojan como adornos para nuestra casa, y la tendencia al futuro con los mejores modos de hacerlos.

El tianguis está allí y siempre hay muchas personas que lo visitan para comprar las muñecas de cartón o las miniaturas que pondrán en el altar de muertos que cada quien levanta en su propia casa.

Los artesanos mayores de edad entienden que la evolución los ha llevado a dejar algún tipo de artesanía y lo han cambiado por otra, o que ya no se hace siguiendo el conocimiento que se tenía para crearlas.

El tianguis del parque Morelos para el Día de Muertos es un espacio en el que se mezclan la melancolía y la esperanza ante el temor de que un día desaparezca por el embate de las empresas grandes que todo lo devoran, o los hijos que cambian de estatus económico en razón de los estudios universitarios a los que ellos mismos los inclinan.

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