CULTURA

LA OTRA FIL LLEGA A ROSAMORADA NAYARIT

LA OTRA FIL LLEGA A ROSAMORADA NAYARIT«Así lo narra una argentina perdida y sorprendida por la cultura mexicana»

Por: Eve Bruna

A veces las excusas nos sirven para no hacer nada o para hacerlas. Mi excusa para venir a Guadalajara fue la FIL, la Feria Internacional del Libro más prestigiosa de Latinoamérica.
Estuve internada en ella durante casi todos los días en la que se celebró ese maravilloso encuentro. Allí participé como espectadora, escuché, leí y escribí una crónica de lo que viví allí como novata, desde afuera, como una observadora. Pero en dónde pude participar desde adentro, en dónde fui protagonista con muchos otros escritores y escritoras, artistas, poetas y actrices fue en La Otra FIL.
Paralelamente a la realización de ese (Otro) gran coloso un grupo de personas se organizan en lo pequeño, en lo más humilde y cercano, sin salas con carteles de COMPLETO, ni colas interminables, ni pasillos atestados de gente y editoriales internacionales con estrellas del mundo literario. Solo unos cuantos, casi en secreto, como quien llega perdido y descubre ese detalle que nadie ve y se sorprende de su propio descubrimiento, estas personas de forma independiente y autogestiva se organizan, invitan, alientan a que las letras vivan en otros lugares más escondidos, más íntimos donde todos terminamos conociéndonos.

LA OTRA FIL LLEGA A ROSAMORADA NAYARITEl gigante ni se entera (¿o sí?), llena sus arcas con monedas de oro y parte hasta el año entrante. Mientras tanto en la ciudad suceden otras cosas. No es mi intención enumerarlas aquí, ni reproducir el programa o mencionar algunos nombres para dejar afuera otros tantos (para aquellos interesados en espiar lo que (se les) pasó pueden ver el Facebook de La Otra Fil) sino dejar sensaciones y dejar picando el estar más atento para la próxima y que en el inmenso bosque no se pierda el pequeño retoño. O, tal vez, más que pequeño podemos decir adolescente ya que este evento se festeja hace 18 años.
LA OTRA FIL LLEGA A ROSAMORADA NAYARITEn esta oportunidad participé en su apertura. Esta vez la invitación fue hecha en Casa Imprenta, una casona en donde las máquinas de imprenta centenarias descansan en paz, pero los talleres y eventos no. Por allí la poesía, la lectura, las obras de arte y de teatro se presentaron como si fuera en la casa de alguien, el anfitrión iba rotando, el micrófono pasando de mano en mano y la palabra circulando como quién pasa el mezcal para que los caballitos
nunca se vacíen. Lo pequeño cobra valor cuando hoy lo macro, lo global y mundial pareciera ser lo único que importa. Lo paralelo, lo subterráneo, lo que se anima a ir por Otros caminos son hallazgos en tiempos de masividad, virtualidad y anonimato. El encuentro se vuelve así una pausa en la vorágine de la vida cotidiana.
Y una cosa lleva a la otra. El segundo fin de semana de enero La Otra FIL continuó su ruta rumbo a la IV emisión de La Otra Fil Rosamorada, una pequeña población en el Estado de Nayarit, a 300 km de Guadalajara. Allí la convocatoria era para reclamar la restauración y la reapertura de su Biblioteca Pública Municipal “Juan Espinoza Babara” que lleva un año abandonada. Las construcciones de tejas típicas y añejas van partiéndose una a una sin que nadie las repare. La biblioteca olvidada por algunos y en lucha por otros está llenándose de escombros y los libros prisioneros van muriéndose en la podredumbre de la humedad y la desidia.
LA OTRA FIL LLEGA A ROSAMORADA NAYARITY otra vez lo pequeño, un grupo de personas que creen en su comunidad y que proclaman la participación ciudadana se organizan para poner a Rosamorada de fiesta durante tres días, con el objetivo de poner en evidencia que la lectura y los libros unen y abren puertas, abren apetitos de lucha de la mano de la celebración. La música, los malabares y los títeres visitaron escuelas alrededor de la plaza principal dónde también se conmemoraron homenajes a personas destacadas de la comunidad y se desarrollaron talleres para niños, niñas y jóvenes.
Todo a pulmón, los únicos sponsors fueron mujeres que colaboraron abriendo las puertas de su casa y de su cocina para dar alimentos todos los días (desayuno, almuerzo y cena ¡riquísimos por cierto!) a las personas que nos acercamos para dar los talleres.
Cómo soy extranjera todo llama mi atención, México con sus palabras, sus cantos y tonadas me tiene embelesada (no ignoro lo malo y día a día voy adentrándome en esa cara también).
LA OTRA FIL LLEGA A ROSAMORADA NAYARITUna de las noches de esos días, después de nuestra jornada de trabajo, nos enteramos que en el Gimnasio Público del pueblo se celebraba un festejo de quinceañera y para mi asombro podíamos entrar a la fiesta sin ser invitadas. Allí nos dirigimos, llegamos en la parte que la mujercita en cuestión baila una especie de coreografía con cuatro o cinco galanes de su edad para espectáculo de todos los allí presentes. Luego el vals y la música que invita a mover los cuerpos. Estando como mironas en una de las gradas del Gimnasio se nos acerca la madre de la muchacha agasajada (por supuesto yo ya estaba pensando todas las disculpas, y miles de perdones y súplicas posibles por habernos metido a su fiesta) invitándonos a que ocupáramos una de las mesas del festín y que si ya habíamos comido y bebido. Encontramos allí gente que, en esos días, había participado en la Otra FIL y terminamos bailando y yo sacándome una foto con toda la banda “Perla Morada” orgullo del pueblo. Esto es un detalle de estos pueblos
donde el convite es para todos y las puertas parecen siempre abiertas.
La jornada de la Otra FIL Rosamorada cerró con el homenaje a personas destacadas de la comunidad, entre ellos personas longevas que con título o sin él narran en su espíritu el espíritu de este lugar.
Me quedan recuerdos de esos días por esas tierras, todos gratos, amistades que se encuentran para dar batalla. Cuando una comunidad se organiza en ausencia de las instituciones partidarias y políticas, algo se despierta, algo dormido resurge, una queja se levanta y por más susurro que parezca se escucha. Claro que se escucha.

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@lachingolamexicana

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