OJUELOS EN MIS RECUERDOS
Por: Silvia Quezada
Una de las maneras más efectivas de conservar la identidad regional es la escritura de Memorias. Dentro de este género narrativo se encierran descripciones de lugares, escenas costumbristas, modos de vivir y numerosas emociones, las cuales, al ser evocadas, traen al presente tópicos del pasado. La maestra normalista María Luisa Corpus decidió escribir Ojuelos en mis recuerdos con un propósito único: “el que todos puedan mirar ese rinconcito jalisciense bañado de sol”.
Si la importancia de la literatura regional reside en mantener por escrito los nombres de los objetos, su peso tradicional y su entorno cultural, el volumen cumple a satisfacción tal finalidad, dado que recoge con candorosa voz los nombres de productos alimenticios, los enseres con los que se cultivan y se resguardan para la alimentación humana, así como las fechas de las fiestas patronales. Las experiencias propias encarnan en personajes auténticos, surgidos de la evocación infantil y juvenil por parte de la autora.
Para quien escribe, la redacción de un libro no solo es un ejercicio de memoria, sino un regalo para quienes nos suceden en el tiempo. Por libros como Ojuelos en mis recuerdos, por lo menos tres generaciones podrán identificar los sitios de congregación social, sea porque se mencionan los comercios, los templos o las plazas que han perdurado a través del tiempo.
La historia de un lugar contada por una de sus habitantes recrea voces y tradiciones perdidas, descubre los porqués de ciertas situaciones y explica comportamientos desconocidos. Entre las anécdotas pueden encontrarse situaciones de entierros de dinero en tiempos de la Cristiada, estampas taurinas y escenas donde la lectura familiar era parte de la formación integral de sus miembros.
La estructura del libro es un mosaico. Aparece el jardín municipal, la parroquia, el reloj público con su leyenda, el parián, las tiendas de mercaderías diversas y las casas de aquellas personas con las que convivió la autora, ofreciéndose siempre un entorno cálido y agradecido. El desarrollo vital de María Luisa Corpus representa el de muchas chicas que crecieron al amparo de la escuela exclusiva para niñas, la doctrina, la hora de la costura y estos sitios hasta antes de emigrar a cursar estudios superiores.
La ciudad de Guadalajara contribuyó a la formación docente de la escritora, sin que las raíces de su educación se perdieran, antes bien formaron una sólida convicción de seguir amando el terruño, como lo prueba la publicación de este libro, publicado por Acento Editores en 2023 en su tercera edición. Una lectura que se disfruta e invita a conocer Ojuelos, risueña población cercana a Aguascalientes.
