En su mente vía sináptica se empezaron a unir los circuitos y le quedó claro la solución: La aguja en la nueva máquina tiene que hacer el nudo (punto) de manera vertical, por lo que la hilvanacion sería completa, práctica y rápida. Así, fue inventada la máquina de coser en 1838.
Ejemplos como el anterior hay bastantes en la historia. El sueño onírico impulsa por medio de su lenguaje simbólico una perspectiva más clara de los problemas que subyacen en nuestra existencia. Basado en esta retórica fue que Sigmund Freud, el mal llamado padre del psicoanálisis, le dio forma a su teoría de “la interpretación de los sueños” y su relación con la sexualidad humana que -involucraba obviamente- a la mujer, la cual desde su concepción está equivocada.
Después de 12 – 16 horas de vigilia –despierto/alerta- el cerebro induce bajo mecanismos programados la necesidad fisiológica de descansar y una vez que se da, al sujeto le suceden dos cosas: 1-descanso del sistema muscular, ralentización de la digestión, equilibrio en la temperatura corporal y un relajamiento orgánico que propiciará estar fresco como lechuga al día siguiente; y 2 –La entrada a la fase REM (Rapid Eye Movement) en el cerebro con lo cual el mismo empieza configurar sueños oníricos o –fase onírica-, la cual se da de tres a seis veces por noche con variable duración de tiempo. Mecanismo cerebral desplegado importante para la continuación de la vida.
Después de años de estudio con sujetos voluntarios; con una parafernalia de aparatos diseñados para hurgar en la mente humana, amplio financiamiento y “gente preparada y capacitada” para coordinar estos estudios… ¡AUN NO SABEN CUAL ES LA FUNCIÓN DE LOS SUEÑOS ONÍRICOS! -.
Quien esto escribe puede responder tal cuestión en unas cuantas líneas… de hecho hay una sola palabra que define su total razón de ser: Como es información valiosa no la daré a conocer. La tinta que se dedicara a la escritura de la presente será destinada a dar un acervo que se acerque a este planteamiento. Los sueños oníricos son parte íntima de la especie humana desde el inicio de su existencia. En la mujer, sus sueños son diferentes al hombre porque el propósito de la mujer en la vida es otra. Sin sueños oníricos sencillamente no hay vida. ¿En qué radica su importancia?
Atardece en un día frío de 1936 en nuestra ciudad Guadalajara por la calle de Riva Palacio cerca de donde se construirá la Plaza de la Bandera en 1943. Raquel Saura Colmenares sentada en una banca veía el sol ocultarse, preocupada últimamente se había sentido inquieta; intuía un devenir desconocido que le inducía tristeza. Ella a sus 28 años de edad y con ganas de hacer muchas cosas, algo ensombrecía su razonamiento. Consciente de su estado de ánimo salió de casa para que su madre no la viera deprimida… no quería dar explicaciones… no quería preocuparla. Mientras los últimos rayos del sol asomaban; se acordó del mal sueño que en las últimas noches se repite y le intriga:
“Caminaba por una calle, escuchaba las voces de mucha gente, un ave desciende casi hasta el empedrado y al momento de elevarse, voltea a su izquierda súbitamente que escucha un fuerte golpe… oscuridad… voces incoherentes… abre sus ojos y aterrada ve una figura descarnada flotando, buscando en las ventanas de las casas… ella se sabe tirada en la banqueta, la figura fría descarnada voltea y con las cuencas de los ojos “la mira” y lentamente levitando se acerca a ella… quiere gritar y bañada en sudor despierta…” Su razonamiento le indica que el sueño es un aviso… preocupada acude a su trabajo, ella es correctora en conocido periódico y aun siendo ella muy sociable, con bastantes amigas no se anima a contarle a alguien su sueño… pasan los días y ya de vez en vez, ocasionalmente sueña el mismo drama.
Raquel y su madre se preparan para comer y escuchan una radionovela… (La radio inició transmisiones en 1930 desde Ciudad de México con “La voz de la América Latina; en Guadalajara hasta 1936) en la trama la actriz le dice a otra mujer: “Ve pronto con un chamán, con una bruja para que te quite el mal de ojo para que tu marido regrese a ti…” La frase le queda grabada en la memoria a Raquel en su mente mientras saborea el café de sobremesa, medita en ello… y preguntando tímida aquí y allá, encuentra a alguien que la orienta a ir con una cartomancista. Aun en contra de su educación y sus creencias acude con “la bruja” quien en cuanto la recibe le dice: “Sé a qué vienes y daré luz a tu preocupación, pasa siéntate, te leeré tu suerte…” Desconfiada y asustada accede. Sin mayor preámbulo tira las cartas de la baraja española al tiempo que le describe su porvenir… después de varios minutos de lectura: “Esta carta sombría va acompañada de esta otra de mal presagio: Fatalidad” “y esta otra carta es una advertencia. ¡Cuídate de los niños!”
No del todo convencida reanuda su quehacer diario y el infausto sueño regresa… convencida deduce que le queda poco tiempo de vida. Temerosa de dejar sola a su madre, procura a sus tías para asegurar lo necesario y sus ahorros los deja a la vista.
¿En realidad las imágenes o escenas incoherentes, bizarras, absurdas, coloridas, burdas e irracionales de la que se componen los sueños son mensajes codificados que requieren una interpretación?
Después de presenciar las disecciones e hipnosis humanas que realizaba Jean Martin Charcot en 1885, Sigmund Freud vio en este tema de la hipnosis que planteaba el problema de la Histeria en las mujeres; así como el del aun inexplorado campo de los sueños la respuesta a todas las incógnitas de la vida; y a una “inacabable gallina de los huevos de oro” que, con el debido tratamiento profesional podría empoderar sus ambiciones. Hacia el año 1897 el austriaco comienza a levantar su castillo de naipes y las situaciones con las que se enfrenta son tan radicales que decide ocultarlas a la óptica clínica. (De hecho, al paso de los años perdió seguidores).
En su consultorio la gran mayoría de sus citas son mujeres; solas, desorientadas, con instinto sexual a flor de piel… desbordando libido, secretos íntimos de pareja, dudas íntimas que requieren explicación; en más de una ocasión muy explícitas. Freud luchando contra sus propios demonios sexuales sin saber por qué. El psicoanálisis no es más que la graduación o extensión en la interacción con la paciente para acabar de descubrir lo torcido en la psiquis de Freud. Disfrazó con toda una retórica literata sus adicciones al tabaco y la cocaína; así como sus inclinaciones pervertidas al voyerismo, la urofilia, el sadomasoquismo, la coprofilia y otras prácticas intimas no necesarias de escribir. Alteró sus pruebas y experimentos clínicos para favorecer sus hipótesis, al tiempo que desde 1923 el cáncer de mandíbula le limitaba su vida.
Raquel analizando su sueño encontró algo que simplemente no podía explicar: “La parte en la que en el sueño se da una oscuridad total “sabe” que dura uno o dos segundos, pero algo misterioso le indica que esa oscuridad dura más tiempo en el tiempo… una contradicción, pero se convence que “allí, en esa oscuridad onírica hay algo más”.
Raquel acude a una biblioteca y buscando aquí y allá encuentra sendos libros sobre la psiquis, mente-alma, el hombre que soñaba una mariposa y descubre que es una mariposa soñando ser hombre… o que la vida es un sueño. Lee unas páginas sobre Howard Lovelace de las “Historias de la etapa Onírica” que al final Raquel vio que sólo era ciencia ficción, además de sus extravagantes e ilustradas metáforas de 1927… y encuentra a Sigmund Freud “La interpretación de los sueños” del año 1900 ansiosa se pone a leer… después de bastantes minutos no entiende nada:
¿Deseos sexuales reprimidos? ¿Complejo de narciso? ¿Complejo de Elektra? ¿La hija que se enamora sexualmente del padre…? ¡Válgame! Esto es demasiado para mi… deja de lado esa literatura y se queda otra hora en la biblioteca… así como entró salió, sin saber nada. Sin bajar el ánimo en su trabajo va a la hemeroteca… consulta con el responsable, un señor de edad llamado Ramiro quien tiene cuatro años en esa sección… la atiende amablemente y le acerca unos ejemplares seleccionados de los últimos cinco años… Recuerdo, le dice, un artículo publicado muy breve que habla: “sobre lo que quiere la muerte” Hay que buscar, ¡Suerte! Gracias, y como quien va en busca de la olla del tesoro en la base del arcoíris Raquel se sienta a darle vueltas a las paginas…
Las diferencias entre el hombre y la mujer; el logro y el éxito en la vida, la inteligencia, las diferencias sociales, los misterios de la antigüedad, los intríngulis del sexo, el origen de las enfermedades, la riqueza la pobreza, la locura la demencia, el comportamiento humano, la criminalidad, la educación, la historia femenina…”La mujer mutilada”… por carecer de pene (…) Entre muchas otras, eran las incógnitas que el estudio e interpretación de los sueños serán aclarados a través de sus aún, no escritos libros; ávido de reconocimientos, admiración y halagos por tan excelsos descubrimientos. Posiblemente sin saberlo Sigmund Freud caía en esas taras psicológicas relativas al culto a la personalidad. ¿Complejo de Narciso o el efecto Dunnig-Kruger?
Raquel no encontró el artículo recomendado; en su lugar acaparó su atención una nota/reporte sobre los experimentos realizados por el Profesor, fisiólogo ruso Ivan Plavov en 1909 titulado: “¿Los sueños pueden ser controlados? – Informe ultimo sobre el fenómeno de los sueños”- La nota menciona como a dos grupos de sujetos voluntarios “los bombardearon” con información específica en habitaciones aparte y sin conocerse, al cabo de seis días ambos grupos soñaban lo mismo, con algunas variantes, pero asombrosamente la respuesta era congruente con su causa: ¿Sueño inducido?
Raquel no convencida se preguntaba: Si en ellos ese fue su resultado como experimento ¿Qué información recibí yo como para que sueñe con un ser descarnado? No, no… desmoralizada porque no encontraba claridad a su inquietud, se concentró en su trabajo…
En 1900 se publica el primer libro de Sigmund Freud titulado: “La interpretación de los sueños” que junto a otros ocho libros publicados hasta 1939 derivaron en el psicoanálisis como reconocimiento internacional en 1910: “Asociación Psicoanalítica Internacional” totalmente convencido de “que todos los males del mundo” serían explicados, corregidos y condicionados. Por supuesto que este método lo aplicó en sí mismo; y sus adicciones, libido y su cáncer aumentaron y supuso “que algo faltaba, no previsto o no descubierto” y al paso de los años la realidad cruda se impuso en su cordura al convivir estrechamente con su hija Ana Freud, en su momento titulada de Psicóloga… recalcitrante y opuesta a las teorías de su padre: “Ana Freud aborrecía el sexo” lo que a indujo a re –inventar las teorías con sus aportaciones: “estudio de los mecanismos de defensa” y “las pulsiones del ello a las demandas del superyó (ego)”. Notoriamente confundido y molesto Sigmund Freud se hizo una muy memorable e ilustrativa pregunta: ¿Qué es lo que quiere la mujer?
En Freud, en las profundidades de su mente se aloja el machismo y su instinto animal que confrontó durante años en su consultorio a “mujeres resbalosas” por quienes sintió odio y deseo… no esperaba que su hija siendo mujer tuviera una negación radical hacia las naturales relaciones íntimas…
Ana Freud nunca se casó ni tuvo hijos y jamás hubo intento de una relación incestuosa con su padre; las diferencias surgieron al pretender Freud someterla en sesiones de psicoanálisis de 1918 a 1922 adoctrinando a su hija como sucesora de la teoría con su consecuente y frontal oposición de parte de ella. Sigmund Freud falleció en septiembre de 1939 sin haber entendido jamás a la mujer; irónicamente la causa, origen de sus teorías… porque para Freud la mujer era una obsesión misteriosa que había que descifrar.
Era domingo por la mañana Raquel Saura y su madre, contentas acuden al mercado a realizar las compras de la semana… ¿a cómo el jitomate? deme un manojo de cilandro…dos kilos de tortillas ¿y el tocino?… planean, conviven, saludan y regresan a casa, Raquel le dice a su madre que tiene apetencia de un tejuino y se dirigen al carrito donde los venden… la señora voltea hacia la perspectiva de la calle y le increpa a su hija: ¡Mira hija, están saliendo de misa, gente vestida de blanco! ¡Vamos a ver! “A lo mejor es una primera comunión dice Raquel” … Caminan por la banqueta Raquel del lado del empedrado y su madre del lado del muro… se acercan y ambas miran a los niños… en eso desciende un ave que casi llega al empedrado, al tiempo que se eleva Raquel voltea a su izquierda súbitamente un fuerte golpe… oscuridad… . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Despierta en la sala de urgencias de la cruz roja, adolorida no se puede mover… instantes después acude una enfermera que amable la atiende. Raquel la mira, no puede hablar, la enfermera la ve con compasión… le dice: “Un accidente, se subió un camión a la banqueta y las atropello, trae una pierna fracturada” … Raquel la mira interrogante… “La señora falleció en el lugar” … “el Doctor viene en unos momentos, descanse”.
Una lagrima desliza por su mejilla… la muerte no venía por ella… la oscuridad, esa oscuridad en el tiempo, era la oscuridad de la agonía de su madre quien duró varios minutos aún con vida; fue la distancia que recorrió la muerte al cruzar la calle levitando hasta llegar a su madre.
La mente humana es un limbo sin fondo…
Los sueños no son elementos con contenido premonitorio o advertencias al futuro, los sueños no son reminiscencia de ninguna evolución, los sueños no guardan ningún significado, los sueños no son “sistemas para filtrar la información del día en útil o de la inservible. Los sueños cumplen con un solo propósito:
Invitó a la agradable lectora, al apreciable lector a que en base a todo lo anterior descubra cuál es ese propósito… Al final, Sigmund Freud siempre estuvo equivocado…
Para reflexionar… En el mal sueño de Raquel se da la oscuridad, “ella sabe” que dura uno o dos segundos, pero algo misterioso le indica que esa oscuridad dura más tiempo en el tiempo. A todos nos ha pasado una relatividad del tiempo cuando soñamos… allí, en ese fenómeno se encuentra –una pista- para que la lectora… el lector descubra cual es el único propósito de los sueños en la especie humana. -Sin sueños no existimos-. Este fenómeno de desfase del tiempo también lo padecen personas con enfermedades terminales.
Como información sumaria lea aquí mismo: “Leyendas Desconocidas 1859-1959” en www.todoennoticia.com : “Psiquiatría, psicología, ¿dinero fácil?” publicado en marzo de este año. –Y otros temas-. (Escriba el título en el buscador interno de esta página) del mismo autor, su servidor Carlos Martínez Valadez. Junio de 2023. Gracias.
¿Por qué el sueño fisiológico, porque el sueño onírico? Autor: Carlos Martínez Valadez, junio de 2023.
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Próxima semana: La muerte es un acto natural, pero, ¿Por qué tanta crueldad?
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