PSIQUIATRÍA, PSICOLOGÍA ¿DINERO FÁCIL?

2023-03-23 Vigaro

Литэратура #9 Por: Carlos Martínez Valadez

1905, un padre de familia cumple con su trabajo diario para solventar la crianza y educación de sus tres hijos; una niña y dos varones pre adolescentes. Catalina su esposa, heredera de la familia Velasco propietaria del Palacio de Velasco, edificio cubierto de cantera rosa ubicado en la esquina de Morelos y Corona construido en 1908. Doña Mariana Velasco y Alcaráz fue su abuela, quien le heredaría el inmueble para comercializar tiendas textiles: “Los Almacenes Palacio”. A sus 30 años se preparaba para administrar el negocio, pues era hija única, no sin antes ser enérgica y disciplinada –cual buena madre- a la crianza de sus retoños esperando sean ciudadanos de bien.

Eva, niña dulce de 12 años apegada a su madre, obediente y obsesionada a su corta edad con su colección de “escarlatas” a raíz de que su madre le leyó una novela de Margarte Joyce titulado “Las Mariposas”, que versa sobre la belleza de la especie que surge de una oruga de cuya crisálida y metamorfosis aflora tan colorido insecto alado. “En una soleada tarde–lee Catalina a su hija descansada sobre su regazo- las mariposas ajetrean en el aire volando y coronando con su rojo escarlata lo exuberante de las flores… himno visual de la recién llegada primavera…”

Sus otros hijos estudiosos y obedientes cumplen con el ritual hogareño diario con la consecuente armonía familiar. Los niños conforme pasan los meses descubren el mundo, la vida; y su educación les da discernimiento para valorar a sus padres, su hogar y la unión fraternal; a la vez que cada quien como ser independiente y libre pensador consolida su visión personal de las cosas y su entorno, viviendo felices en el lado sur de nuestra ciudad Guadalajara ahora conocido como la Colonia Moderna. Aún faltaban por llegar los años turbios de la revolución, la cristiada, la guerra, la erupción del volcán de Colima… La inocencia aún tenía vigencia, antes de entrar al inframundo.

Eva, ayuda a su madre en los quehaceres y Luis de 16 años y su hermano el primogénito de 18 años trabajan en una talabartería y en una fábrica textil. Transcurren tres años… tres años productivos en los que el padre se ufanaba de tener ahorrado un capital y en una sobremesa al atardecer feliz les comunica: “Hijos, estoy en condiciones de obsequiarles un viaje para visitar a los abuelos o ampliar nuestra casita para iniciar un negocio propio…” ¿Qué contestan su madre y mis hijos a mi propuesta? Aun jóvenes, a los tres no es del todo comprensible la palabra de su padre, y le ceden la venia a Catalina quien dice: “Vamos ampliando nuestra casita; con el tiempo vendrán los nietos y nuestra familia crecerá… hay que poner un jardín, talar los árboles, construir otro piso… eso es lo mejor”

Con cierta mesura aceptan la palabra de su madre y el padre pone manos a la obra. Días después una cuadrilla de humildes trabajadores inician los cambios a hacer… a ampliar su hogar… a asegurar el futuro. Corría el año de 1908. Mientras trabajaban al interior de la casa Catalina le pregunta a su hija Eva de 15 años: ¿Cómo va tu colección de mariposas? Eva la mira fijamente por segundos y le responde: “bien, ya tengo bastantes en aquel cofre…” Un día, quiero verlas, le dijo Catalina y si quieres, que uno de los carpinteros te fabrique una vitrina… “Aja, si mama…” le responde con cierto aire mezquino.

Tanto alemanes como franceses –se apersonan- en nuestra gentil ciudad se inician victorianas construcciones “art noveau” amalgamados con garigoleados arquitectónicos europeos que coinciden con la intención de Catalina de poseer una grandilocuente finca, (aparte de la que iba a heredar) cuyo negocio textil les acabara de dar posición en la naciente sociedad culta, letrada y educada de la época.

Cuenta la leyenda que una vez que los trabajos inician en el patio para ubicar un jardín descubren a solo centímetros de profundidad una profusa cantidad dispersos en el área visible pequeños huesos y cartílago de animales domésticos: pollos, perros, gatos, ratas… Según un médico que le sabe a la osamenta animal y humana y que días después reportó en su estudio.

¿Por qué tengo un cementerio de animales en mi patio? Se preguntó asombrada Catalina… el padre, extrañado por tal hecho opina que tal vez en el pasado alguien realizaba oprobiosos rituales contra la religión ingenuamente creídos erradicados de nuestra sociedad cobijada por una fe secular. “Pero, los huesitos eran recientes…” dijo uno de los alarifes…

Destinan toda esa osamenta a la basura y evoluciona la construcción de la casona. Pasan los meses y al tocar turno al derrumbe parcial de la habitación donde duerme Eva, encuentran en un muro falso réplica de huesos de pollos, perros, gatos, ratas… a lo que Catalina en un choque de emociones montados en la rueda de la fortuna reporta a las autoridades eclesiásticas con el fin de exorcizar su casa y expulsar al demonio engendro que se ha deglutido a tanta fauna doméstica.

Acude parsimonioso un veterano religioso sacerdote del templo de la merced y después de estudiar el caso, decide y comunica a la familia detener los trabajos por siete días para realizar el exorcismo… una vez que empiezan a mudar muebles de la habitación de Eva, Catalina preocupada por su hija le recomienda -pasando del dicho a la acción- cuidar y proteger el cofre donde Eva tiene “las escarlatas” a lo que la dulce Eva reacciona molesta: “¡Deja eso allí Mamá!” Huelga decir la cara de asombro de Catalina… Pasan apretados segundos de conmoción y repuesta de la sorpresa aflorando su natural temperamento, sin mediar palabra, Catalina hace a un lado la aldaba y abre el cofre… Seleccionados huesos de pollos, perros, gatos, ratas…pintados de rojo a la vista de Catalina…Suelta por reflejo el cofre que al caer al piso derrama como abanico los huesitos rojo escarlata a lo que Eva procede a juntarlos con devoción… Alejándose de la propia hija, Catalina acude con el sacerdote que allí mismo se encontraba, suplicando una misa “de cuerpo presente” para expulsar al demonio.

Cuenta la leyenda que no fue posible cambiar el comportamiento de Eva; alinearla vía rezos y maldiciones a las santas conciencias y regresar a la pureza, delicadeza de la niña otrora dulce y obediente, quien al paso de las semanas se impuso por encima de sus padres, modificando para siempre la visión tierna y dulce que tenían de ella; mientras su gusto por “los huesitos domésticos” se volvió “normal”.

Ya en las postrimerías de la antigua urbanización de Guadalajara hacia 1942, Eva ya usaba huesitos color escarlata a manera de collares adornando su cuerpo a los 59 años de edad, tatuada y desaliñada se conoció como la bruja de la pila quien deambulaba a la vista por las callejuelas de lo que hoy se conoce como Avenida Chapultepec.

En la actualidad ¿Cómo se denomina a este obsesivo comportamiento?: FETICHISMO.

Fetichismo, en antropología, devoción hacia los objetos; en psicología, devoción hacia el deseo, consistente en desviar o acentuar la atracción por una persona atribuyendo carga erótica a los objetos e imágenes que la representan. Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Mi pregunta a la atinada lectora… al apreciado lector: ¿Creen que con un medicamento se podría cambiar la conducta de una persona con tal obsesión?

Hacia 1869 posterior a la fundación del primer laboratorio de psicología en Alemania, ya hubo interés en detectar y clasificar los trastornos mentales. El hospital Bethlehem Royal en Londres fue uno de decenas distribuidos en Europa desde mediados del siglo XIX descubriendo el infierno de padecimientos mentales en los individuos que sometían bajo encierro, brutales golpizas, jaulas, y “terapias de sangrado”. Se presentaba entonces un vasto campo de investigación, pero también las enormes cantidades de dinero obtenido una vez que se hace la petición a los congresos y parlamentos “para fines humanitarios”, así, aprobados los presupuestos explotar para beneficio de unos cuantos por la inacabable corrupción.

La psiquiatría fomentó y se basó en la eugenesia para justificar sus crueles prácticas. El tratamiento psiquiátrico y la tortura eran los mismo. (Aún no se desataba la parafernalia de los medicamentos). Después de 1940 se hizo común la práctica de la Lobotomía: Invasión –sin anestesia- con algún objeto punzante y metálico a la parte frontal del cráneo introducido por debajo del párpado con la intención “de raspar” los pliegues neurales y cambiar/aplacar la conducta inapropiada o violenta de alguien. Si, si era efectivo, pues convertía a la persona en vegetal; como le sucedió a Rose Mary Kennedy del clan Kennedy en 1941 viviendo así hasta los 86 años falleciendo en 2005. Su padre Joe Kennedy “solo quería evitar que ella pudiese quedar embarazada por algún coqueteo”.

Por falta de espacio es imposible describir los métodos físicos psiquiátricos para “corregir la conducta”. Por ello y por “una moral civilizada”, crearon su propia biblia para orientarse entre sí y para llevarlo de guía a la práctica en la sociedad: Ahora sí, las toneladas de pastillas, inyecciones y polvos listos aguardaban para ser prescritos en las recetas psiquiátricas. Así… surgió el DSM.

(DSM, Diagnostic and Statistical Manual of the American Psychiatric Association) –“Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”-. El DSM-1 apareció por primera vez en 1952 con 106 trastornos identificados… evolucionó y la última edición el DSM-5 del año 2013 contiene 216 trastornos al que un grupo “especializado de psiquiatras” con un “sesudo análisis han «logrado» detectar padecimientos mentales” en la población para endilgarles medicamentos con peligrosas y/o fatales reacciones secundarias, previo acuerdo con las farmacéuticas de las cuales “cada honorable” psiquiatra recibe una comisión. Multiplique por cientos de miles al año.

Volviendo a la pregunta ¿Puede un medicamento…?

*Eric Harris fue uno de los que perpetraron la masacre de Columbine en 1999 estaba bajo prescripción psiquiátrica al momento del ataque. *Michael Jackson, por sobredosis de propofol falleció en junio de 2009. *Estephen Paddock desde el 32º piso del hotel mandaly bay en las vegas atacó con rifles de alto poder y mira telescópica a una multitud que se divertía en un concierto de música country en el año 2017 y quien a sus 65 años estaba bajo prescripción psiquiátrica; se le había recetado Diazepan *Andreas Lubitz fue el copiloto del vuelo Germanwings quien cerró la cabina desde adentro una vez que salió el piloto y dirigió al avión con 150 pasajeros a estrellarse en los Alpes franceses en 2015 bajo los influjos de medicamento psiquiátrico; “el solo quería suicidarse”.

En todos los casos los psiquiatras no evitaron las consecuencias de su mal diagnóstico y falta de seguimiento.

¿Sera posible que la persona que tiene al lado, sea un desquiciado psicópata medicado, latente de alguna reacción violenta? ¿La persona que tiene al lado posee un trastorno de conducta y usted no saberlo confiándole su casa, sus hijos o su integridad?

Eso sucedió con Ted Bundy, joven abogado criminal asesino de mujeres de 1974 a 1989 en que fue ejecutado en la silla eléctrica y quien practicaba la necrofilia (relaciones sexuales con un cadáver).

Eso sucedió con Jeffrey Dhamer joven estudiante quien a opinión de sus padres adoptivos era un muchacho limpio y estudioso…quien mutilaba a sus víctimas varones pues era homosexual guardando sus partes humanas como trofeo de 1978 a 1994.

Eso sucedió con Richard Kuklinski, amoroso padre de familia trabajador cuyas hijas y esposa ignoraban que era uno de los más despiadados asesinos/sicario a sueldo de la mafia italiana de 1984 a 2006.

Park Dietz es el nombre de un reputado psiquiatra norteamericano quien saltó a la fama al entrevistar a los tres anteriores asesinos mencionados y otros más desde 1992 hasta el 2008. Cuando Richard Kuklinski le preguntó a Dietz porque se comportaba así y tenía “vocación para matar gente” …Park Dietz el psiquiatra reputado (distraído e ignorante) le contestó: “Lo que pasa es que usted tiene un desorden mental –trastorno paranoide- “. Respuesta ambigua que traducida a lenguaje llano quiere decir: “Camarada, no tengo ni la menor idea de porque le da por matar gente…”

Este ejemplo se replica por millones en todo el mundo, pues la palabra psiquiatra: psiquis=alma e Iatros=médico o Médico del Alma no ejerce como tal; pues un psiquiatra es una persona que no sabe nada del comportamiento, basándose solo en suposiciones, configurando esto como algo oficial y verídico…es la opinión, la opinión equivocada de una persona con título médico empoderado hacia otra/paciente a quien le hace creer “que está mal de la cabeza” lo que lo vuele asiduo cliente, vulnerable, secuestrado por el diagnóstico, y débil o inútil para la sociedad. ¿Psiquiatra, dinero fácil? Esta plaga ha proliferado en el mundo y es “la vía segura” para que las farmacéuticas comercialicen productos que de otra manera se quedarían en bodega. Uno de los mayores peligros de «estos profesionales de la mente” es permitirles diagnosticar/etiquetar niños que “están mal de la cabeza”. Una niña /niño hiperactivo actúa bajo una directriz biológica y solo los pediatras tienen mayor conocimiento para tratar a los infantes. Los psiquiatras tienen como norma profesional prescribir medicamentos y no aceptan la siguiente verdad: “Las drogas jamás equilibran… solo alteran”. Oprobioso es que en el sistema de justicia su palabra es ley.

¿Y la psicología? Wilhelm Wundt fundó la primera institución de investigación dedicada al estudio del alma/psique en Leipzig Alemania en 1879. Wundt creía que las alteraciones, obsesiones y tendencias en la conducta se podrían corregir con el conductismo aplicado, es decir incidir con experimentos controlados dicha alteración y re-dirigirlos (condicionamiento) positivamente. Nunca lo logró con la suficiente evidencia y certidumbre dado que la naturaleza confusa de la mente humana no da lugar a exámenes confiables, y más en esa época.

De aquí surgió una de varias corrientes psicológicas, cada quien, con su camiseta, su color, su ideología, su teoría, su utopía y su verdad: Alfred Adler, William James, B.F. Skinner, Sigmund Freud, Abraham Maslow, Max Wertheimer, Jaques Lacan, Karl Gustav Jung… Conductismo, humanismo, psicoanálisis, constructivismo, Gestalt y otras hierbas; y como suele suceder con el conocido “sentido de pertenencia” los aspirantes a psicólogos eligen la que creen coincide con su visión del mundo. No existe la universalidad de esta disciplina para estas personas en una sola corriente.

En realidad, existe, y aunque está a la vista no se han dado cuenta, pero no diré cómo es… y no es ninguna de las anteriores.

¿Cuál es la función de un psicólogo? Aplicar en las personas con el fin de entender y luego ayudar u orientar al consultante a equilibrarse entre la consciencia de las emociones y el intelecto; estos descansan sobre patrones biológicos tangibles y su derivada manifestación e interacción hacia los demás –léase-, sentido social.

La psicología estudia la manera en que cada persona percibe y procesa (abstracción) la información continua del entorno y del resto de las personas como especie racional. Todos percibimos el mundo diferente y este conato de opiniones es biológicamente deliberado.

Desgraciadamente todo lo anterior solo se lee bonito porque en la práctica la realidad es otra. Usualmente la psicología oficial solo interviene “en poner la tapa una vez que ya se ahogó el niño”. Es decir, su labor debiera ser preventiva… en su lugar se desviven en explicar con palabras rebuscadas los acontecimientos una vez que sucedieron: suicidio, una masacre, un terremoto, un feminicidio, el acoso, la pederastia, la cleptomanía, el incesto, la mitomanía entre otros.

Con los debidos conocimientos estas personas psicólogas deberían adelantarse a los imponderables humanos y coadyuvar con autoridades, salud, prevención civil y familiar… los índices de criminalidad y feminicidios serían muy bajos, pero no es así.

Abundan los consultorios de pseudo psicoanálisis explotando –igual que en la religión- la necesidad que tiene una persona de saber qué pasa con su vida y la vida que con quien interactúa o tiene lazos familiares…Los consultorios psicológicos y el DSM son un buen negocio y quienes deberían de regularlos son cómplices; afirmación que surge de los variados casos de abusos de psicólogos contra niños y mujeres, sin revelar castigo alguno.

Existe un libro de ética y moral exclusivo para psicólogos… pero al parecer sus páginas están en blanco o sus filtros para detectar la conducta inapropiada –irónico- de sus estudiantes y /o profesionistas no funciona… no funciona porque no logran entender la naturaleza humana.

Patético que la psicología sea una plataforma/vehículo para nutrir a los psiquiatras jugando una simbiosis vergonzosa para la sociedad. ¿Psicología, dinero fácil?

Así es, es una de las actividades que explotan la necesidad psíquica en beneficio económico… tomando en cuenta que de cada 10 estudiantes/aspirantes en psicología, 8 llegan “luchando contra sus propios demonios”, tal como le sucedió con el pervertido y adicto Sigmund Freud… esperanzados en resolver sus propios traumas: ¿Una persona desequilibrada… orienta a otra sana? Patético.

Para concluir con este compendio de aseveraciones, la siguiente narrativa relacionada dará más luz sobre este tema, sucedió en ciudad de México en 1925:

Se dice que el primer laboratorio experimental de psicología en México fue fundado en 1916 y su primer director lo fue Ezequiel A. Chávez quien no era psicólogo sino un muy preparado profesor idealista. El profesor Chávez lidiaba con distintas corrientes filosóficas que buscaban imponerse en el plan de estudios lo que le ocasionó continuos conflictos.

Las personas de la época tenían prejuicios y natural temor a todo aquello que trate de la mente humana; pues la religión, y por consiguiente la conducta, eran “sabiamente” regidos por la sacrosanta divinidad. El profesor Chávez queriendo emular a Wilhelm Wundt a 36 años de fundar su laboratorio en Europa; mandó traer algunos de los primitivos aparatos de experimentación conductual. Entre estos instrumentos estaba “el generador de ectoplasma” pues Wundt consideró orientar su investigación psíquica hacia la metafísica. Era un aparato que en condiciones controladas “media el peso del alma”.

Cuenta la historia que al igual que la milenaria Ouija, este aparato tenía la misma virtud de escudriñar y/o detonar en el éter manifestaciones confusas atribuidas a ¿la psiquis, espíritus, al alma, fantasmas… demonios? Y una vez que se detectaban en forma de ectoplasma era susceptible de ser medido. No existe registro con Wundt de que así haya sido; fue hasta la década de los 70s, que registraron tal hecho en la entonces Unión Soviética en Rusia con la médium Nina Kulagina e incluso fue fotografiada.

En el improvisado laboratorio experimental de psicología en México se dio –el apagado/censurado- casó en 1925 de una joven profesora de nombre Irene Ollendorf quien al someterse voluntariamente a una serie de experimentos buscando medir el ectoplasma, fue en una de estas sesiones que la joven profesora cayera en trance:

“Después de unas ligeras convulsiones, con los ojos cerrados y el rostro adusto observamos como volteaba de un lado a otro, como buscando algo, sus músculos se tensaron y en su cuello las venas se dibujaron grotescas; su piel tersa se tornó cenizo y un tufo desagradable inundó el ambiente. Los cuatro investigadores que nos encontrábamos allí, aterrados, coincidimos en cancelar la sesión… los cables que pendían de su cuerpo se soltaron… Asegurada a la silla levantó su brazo izquierdo y se cubrió la frente con su mano… por la comisura de sus labios un hilo de saliva escurría…