“PLACA DE ACERO” APUESTA A QUE AÚN HAY POLICÍAS HONRADOS.
Por: Raquel Enríquez Monroy.
¿Cómo sería México si no existiera la corrupción? ¿Estaríamos a la altura de ese nivel de desarrollo cultural o nos auto boicotearíamos? “Placa de Acero” es un filme que trata ese tema en forma cómica, pero con ligeros matices de suspenso y reflexión.
Alfonso Dosal es el actor principal. Interpreta a Roberto Recto, un policía destacado, recién graduado de la Academia, que entra a laborar a una comandancia, con la esperanza de cambiar el sistema corrupto y degradado que envuelve al sector de la seguridad.
Recto le hace honor a su apellido porque es un gendarme íntegro y justo, pero lo asignan como compañero de Adrián Vázquez -encarnado por el actor del mismo nombre- que es todo lo contrario a él: corrupto y amañado. Sus distintas formas de ver la justicia y la vida, hacen que se enreden en un caso policial y que, como imán, atraigan más y más complicaciones.
Para personificar a Roberto Recto, Alfonso Dosal entrenó durante siete meses; en una de las escenas, el histrión dirigió el tránsito en el Centro Histórico de la Ciudad de México, auxiliado en momentos por un policía vial.
En esa escena, se puso en los zapatos de los agentes de tránsito, pues afirmó que en verdad recibió golpes en las rodillas con los coches, además de que le recordaron a su mamá más de una vez. “Si bien algunos policías han venido haciendo las cosas mal, nosotros también porque no hay empatía ni respeto; nunca en mi vida había recibido tantas mentadas de madre”, aseveró el actor.