A 30 AÑOS DE LA FIRMA DEL ACUERDO NACIONAL PARA LA MODERNIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN BÁSICA: UN BALANCE NECESARIO
Por: Miguel Ángel Pérez Reynoso*
El 18 de mayo de 1992, se firmó en un albazo o en horas de la madrugada, lo que se llamó el ANMEB, Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEB), dicho documento fue firmado por los 31 gobernadores del país, la dirigente de ese entonces del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Elba Esther Gordillo Morales y el presidente de la república Carlos Salinas de Gortari, en su carácter como testigo de honor.
Dicho Acuerdo modificó radicalmente la organización y el funcionamiento del sistema educativo nacional, porque se trataba (según se dijo desde ese entonces), de redefinir la relación entre la federación y los gobiernos de los estados.
El ANMEB sentó las bases de las descentralizaciones de algunos recursos, y responsabilidades a los gobiernos locales, “se descentralizaron problemas, pero nunca el poder y las decisiones de fondo”.
Dicho acuerdo también generó un debate inédito que iba entre descentralizar, desconcentrar y su contraparte centralizar las decisiones, los recursos y la nómina educativa. Hoy parece que el sistema ha corregido el camino, ya que después del ANMEB, hubo fondos que se enviaron a los estados para su admisntracion, como el fondo para la educación básica o el Capítulo 1000, o recursos para el equipamiento de las escuelas, dichos recursos obviamente fomentaron y facilitaron la corrupción en los gobiernos locales, se comenzó a hacer una “caja chica” al servicio de caprichos o proyecciones políticas extra educativas por parte de los mandatarios estatales.
En 1993 a nivel local, la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) en Jalisco (así se le llamó en su origen), administraba sola más recursos de los que se destinaban para todo el gobierno estatal.
En el origen el Acuerdo Nacional tuvo tres ejes que movieron el sistema:
a) Descentralización de la organización del sistema educativo.
b) Revaloración del magisterio. Se crea el Programa de Carrera Magisterial, con 5 niveles a partir de obtener un puntaje que servía para garantizar una serie de ascensos salariales en algo que se le llamó el escalafón horizontal.
c) La participación social de la educación. Se crearon consejos nacionales, estatales y municipales de participación social que no fue otra cosa más que el vínculo o las alianzas entre el escurra con las comunidades sociales y las autoridades políticas de los municipios.
En el fondo el ANMEB modificó radicalmente la relación entre el centro y las entidades de la periferia, también sirvió para dar cuenta de las diferencias entre estados pobres y estados ricos y la forma de cómo se han ido administrando los recursos públicos en educación.
A treinta años de distancia de dicho Acuerdo, el debate sigue vigente, hoy, por ejemplo, el gobernador local se siente fuertemente envalentonado en aras de la defensa del federalismo, porque en el fondo existe una pugna política e ideológica con los principios y las siglas del partido políticas de quien despacha en el centro del país.
A treinta años de distancia la contradicción sigue vigente, centralizar que cosas, descentralizar que atribuciones a los gobiernos locales y regular a partir de ejes de desarrollo que sirvan para el desarrollo armónico del país, ¡con qué esquema de organización!
A treinta años de distancia de la firma del ANMEB nos seguimos debiendo una sistematización seria de o que ha sido la experiencia de vivir una educación descentralizada.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com