ACADÉMICOS LE RECUERDAN AL EJECUTIVO DE JALISCO SU VIOLACIÓN A LA CONSTITUCIÓN POR RECORTE PRESUPUETAL
El propósito del gobierno estatal de recortar 140 millones de pesos a la Universidad de Guadalajara, destinados al Museo de Ciencias Ambientales para reasignarlos a la construcción del Hospital Civil de Oriente es una acción inconstitucional, afirmó el Director de la División de Estudios Jurídicos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, doctor Carlos Ramiro Ruiz Moreno.
Durante su participación en el webinar “Antecedentes e importancia de la autonomía en las universidades”, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Ruiz Moreno explicó que la fracción séptima del artículo tercero constitucional refiere que la universidad administrará libremente su patrimonio; en el caso de la UdeG, explicó, se entiende que es el patrimonio en forma de presupuesto oficial autorizado.
“La pregunta es: ¿esos 140 millones de pesos fueron previamente autorizados por el Poder Legislativo? La respuesta es: sí. ¿Puede entonces cambiar el destino libremente el titular del Poder Ejecutivo o la Comisión de Hacienda, previo dictamen ante la asamblea y votado por mayoría? La respuesta es: no, técnicamente”, argumentó.
“Este es el punto controvertido que tiene que presentarse ante la autoridad judicial federal para poder resolver la inconstitucionalidad del acto que en este momento está siendo reclamado. Ahora, antes de llegar a ello, autoridades administrativas de la UdeG están ejerciendo buenos oficios y están en pláticas con el titular del Poder Ejecutivo y con representantes del Poder Legislativo”, agregó Ruiz Moreno.
El Jefe del Departamento de Economía del CUCEA, doctor Martín Guadalupe Romero Morett, habló sobre el riesgo de permitir injerencias en la vida universitaria, lo que la pone en riesgo de perder su esencia, que es el libre pensamiento.
Otros riesgos son que sea desviada de sus fines y que sus funciones de docencia, investigación y vinculación se pongan al servicio de una fuerza externa con intereses ajenos a la propia universidad, y que se vuelva a arrastrar a luchas entre grupos políticos, se le obligue a servir a una ideología más que al bien común, dijo el académico.