EL GOBERNADOR ALFARO TOMÓ UNA DECISIÓN ENTRE NO REVENTAR A LOS TRANSPORTISTAS Y APLICAR LA TARIFA A LOS USUARIOS.
Enrique Alfaro Ramírez, titular del ejecutivo estatal en Jalisco; al abordar el tema del transporte público, fue claro al señalar que debió tomar una decisión y previo a justificar que ya se tenía una resolución con respecto al costo del pasaje desde la anterior administración dijo lo siguiente en el marco de su primer informe de gobierno, «hoy con los operativos de supervisión hemos levantado más de 33 mil folios y retirado de la circulación a mil 200 unidades, hoy terminamos ya el reordenamiento de rutas y en unos días iniciará su implementación».
Agregó, «Sí, tuvimos que aplicar la tarifa, por cierto, aprobada antes de que yo fuera gobernador, para el transporte publico cuando se cumpliera el principio de que estuvieran integrados en ruta empresa, a nadie, a ningún gobernante le gusta tomar esas decisiones, a mi tampoco, nomás que yo tengo la responsabilidad de arreglar el transporte público y no voy a ser un gobernador más de los que les tiembla la mano para tomar decisiones y que por eso quedan en el basurero de la historia, yo voy arreglar al transporte público y le pido a los jaliscienses su comprensión de que estas medidas son parte de un ajuste integral porque no se podía seguir operando con una tarifa como la que se tenía, íbamos a reventar las cosas», para el gobernador esa es su realidad.
Sin embargo, el primer paso para transformar el negocio que es actualmente el transporte público y se cambie de verdad a un servicio, aún no se complementa; pues si bien según el gobernador Alfaro, ya se consiguió cumplir con el reordenamiento de las rutas al 100 por ciento, hay pendientes igual de importantes.
Como el sistema de prepago que a la mayoría de los usuarios desagrada, y que ha sido recibido como un robo descarado porque al no dar cambio, implica que realmente paga el usuario por pasaje 10 pesos y no los 9.50 pesos autorizados, lo que lacera la economía y se ve reflejada en casi un 30 por ciento; es decir, la medida aplicada por el ejecutivo estatal (sin querer, queriendo) y rescatando a los empresarios del transporte urbano, deja en una situación complicada a quienes deben transportarse diariamente en este sistema reordenado y que orgullosamente presumió en su informe, Enrique Alfaro Ramírez.
Pues algo que parece ignorar el gobernador es que, ahora con ese reordenamiento y la tarifa (previamente aprobada) un usuario ordinario que anteriormente pagaba 7.00 pesos y utilizaba dos camiones para ir y regresar diariamente a realizar sus actividades, lo que le representaba gastar 14 pesos de su sueldo; hoy ha cambiado debe pagar en promedio 40 pesos porque ya no hay rutas directas (gracias al reordenamiento de las mismas) y porque las máquinas alcancías no dan el cambio de los 50 centavos, de los que ni los conductores, los transportistas ni la autoridad se queja.
Tampoco habló el ingeniero Alfaro Ramírez, de otro ordenamiento que hace falta para dar certeza a los usuarios, ya que nada dijo respecto a la «santa» voluntad de los empresarios para recortar sus recorridos cuando se les antoja, obligando a los usuarios a enfrentarse no solamente a la impotencia del incumplimiento de una supuesta mejora, sino que también deben pagar más, sin tener porqué hacerlo.