EMECISTAS OBLIGAN A EMPLEADOS MUNICIPALES DE GUADALAJARA APOYAR A ALFARO.
“LO QUE BIEN SE APRENDE, JAMÁS SE OLVIDA”…
Lo que siempre se ha criticado del PRI, respecto a la manera incorrecta de “acarrear” gente con fines políticos a favor de algún candidato; hoy es solamente un “prietito en el arroz”, comparado con la práctica impositiva, amenazante, perversa y premeditada que el partido Movimiento Ciudadano MC utiliza para apoyar a un desesperado candidato, que ya gobernó mal un municipio, a decir de miles de afectados.
Sin embargo, este domingo 03 de junio fue organizado un evento en las instalaciones de Expo Guadalajara en punto de las 11:00 horas, un evento que originalmente dirigieron hacia las mujeres “exclusivamente” pero que al ver la poca respuesta social, cambiaron de estrategia y buscaron entonces “forzar” a las empleadas municipales a quienes, no solamente las obligaron asistir personalmente a dicho evento, sino también a comprometerlas a llevar consigo de 5 a 10 personas, mínimo.
Situación que según los organizadores, tampoco resultó suficiente para alcanzar la expectativa pretendida; y al darse cuenta que la simpatía del candidato ha caído estrepitosamente, incluso con la militancia emecista, modificaron una vez más sus reglas de juego. Ya no fue un evento exclusivo para MUJERES, ante la mínima respuesta del gremio femenino, debieron aceptar que fuera quien sea; los mandos sindicales y directivos intermedios municipales de Guadalajara intervinieron para respaldar sus compromisos adquiridos “bajo la mesa” con el candidato, cuando fue presidente municipal.
De esta manera, la estructura burocrática del municipio fue convertida en la maquinaria política “al rescate” de un evento “ciudadano” obligatorio, bajo amenaza de represalias laborales, violatorio de los derechos individuales y sobre todo, pasando por alto los principios de convicción establecidos por el propio órgano electoral y las leyes que establecen, condiciones que garanticen un responsable desarrollo de procesos electorales apegados a la Ley.
Nada más alejado de esos principios fue este polémico evento, pues a pesar de que los organizadores esperaban un mínimo de 200 camiones para llevar a los “acarreados”, mismos que fueron requeridos desde muy temprana hora en puntos específicos dentro del municipio tapatío; en domingo, amenazados por sus superiores en el ayuntamiento de Guadalajara y otras dependencias como el DIF, donde se levantó un padrón a los poco más de mil 300 empleados a quienes se les condicionó llevar más personas, bajo cualquier pretexto, ocultando al máximo el objetivo, apoyar a Alfaro.