ESTUDIA EL IPN BACTERIAS PARA DEGRADAR INSECTICIDAS EN SUELOS
Debido a que el uso indiscriminado de insecticidas en campos agrícolas genera contaminación, que a largo plazo contribuyen a la infertilidad de los suelos agrícolas, la estudiante de maestría del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Angélica Villarreal Mendoza realizó un estudio para evaluar distintas bacterias, que podrían ser útiles en la biorremediación de suelos, ya que tienen potencial actividad biológica para degradar algunos de esos productos, (organofosforados y piretroides).
La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, ha puntualizado que los niños y jóvenes mexicanos tienen derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y su bienestar, por lo que es importante brindarles el conocimiento que les permita comprender la importancia de nuestros recursos naturales, de la flora y fauna para un desarrollo sustentable.
En tanto que, el director general del IPN, Arturo Reyes Sandoval, ha destacado la necesidad de fortalecer el trabajo académico para el cuidado del medio ambiente, a través del desarrollo sostenible y de una sociedad responsable con el entorno natural.
La alumna de la Maestría en Ciencias en Biotecnología Genómica, que imparte el Centro de Biotecnología Genómica (CBG), ubicado en Reynosa, Tamaulipas, destacó que los insecticidas para controlar plagas en cultivos son muy persistentes, “estos pueden durar más de 100 días en el suelo agrícola y llegan a matar insectos benéficos, como las abejas, por ello se deben respetar las instrucciones del fabricante para aplicarlos adecuadamente”, puntualizó.
Como parte del trabajo de tesis, en el que fue asesorada por las científicas Maribel Mireles Martínez y Ninfa María Rosas García, ambas adscritas al CBG, Angélica Villarreal Mendoza aisló -de suelo agrícola del municipio Río Bravo, Tamaulipas- bacterias con potencial para degradar insecticidas, las cuales evaluó en el laboratorio.
“Las bacterias requieren condiciones muy específicas para su crecimiento, como nutrientes, humedad, pH y temperatura. En las pruebas de laboratorio observamos que una de las bacterias fue tolerante al insecticida cipermetrina (piretroide) y otra mostró efectividad contra metamidofos (organofosforado).