A pesar de tener registrados más de un millar de sitios con valor arqueológico, en Jalisco uno de los problemas a los que se enfrenta el INAH es el de la tenencia de la tierra, situación que no solamente complica la intervención de los sitios, sino que, además, genera vandalismo, saqueo, tráfico de piezas prehispánicas y la destrucción del patrimonio histórico-cultural de México.
Actualmente se tiene abierto al público un solo sitio arqueológico en todo el estado, se trata de los Guachimontones, el cual fue intervenido para su adecuación y rescate por más de doce años, gracias al interés mostrado por los gobiernos de esa época por salvaguardar la riqueza del lugar.
El segundo sitio, ubicado en la región de los Altos, en el municipio de Jalostotitlán y cuyos trabajos fueron suspendidos en la actual administración estatal, es Teocaltitán, “es una de las pocas zonas arqueológicas que no tiene problema con la tenencia de la tierra, porque se adquirió todo el espacio. Se está trabajando desde hace más de once años, quien dirige este proyecto es la arqueóloga Marisol Montejano y se ha estado trabajando en coordinación con la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, desgraciadamente hace dos años, el apoyo económico que aportaba el Estado se detuvo y hasta ahora, con los cambios recientes que se hicieron en esa dependencia, es que se volverá a contar con recurso, y de seguir fluyendo este apoyo, esperemos poder abrir esta zona arqueológica que es muy, muy importante para el Estado de Jalisco a más tardar en tres años, dependiendo de lo económico”, explicó la directora del INAH Jalisco, Mtra. Alicia García Vázquez.
Teocaltitán toma relevancia en esta región de los Altos de Jalisco no solamente por la historia misma de los orígenes de antiguos asentamientos poblacionales en el occidente mexicano, sino que, además, está ubicado en lo que actualmente se llama la ruta de turismo religioso, a solamente cinco minutos de lugares con gran afluencia turística como Santo Toribio Romo y a menos de media hora de San Juan de los Lagos.
“Además de la importancia cultural para la zona, la derrama económica también sería muy importante porque la gente que va a estos espacios a hacer turismo religioso no solamente va y viene un mismo día, puede quedarse a pernoctar, consumir alimentos y otros servicios a fin de visitar la zona arqueológica que es muy especial, muy parecida a Teotihuacán y es una de las estructuras más importantes con las que contamos aquí en Jalisco”, señaló.
Lamentablemente, Teocaltitán es la excepción y es la zona con mayores probabilidades de ser abierta al público, aunque esto está proyectado a tres años, podrían ser cuatro, dependiendo del interés que el actual gobierno estatal tenga para ello; sin embargo, esta pasividad va sentenciando al olvido otros sitios con mucha mayor importancia patrimonial e histórica, cultural, arqueológica y hasta antropológica; tales como el propio caso del Ixtépete, ubicado en Zapopan, a unos metros del anillo Periférico y la Avenida Mariano Otero.