Por su ubicación geográfica, tamaño y diversidad natural, Jalisco es un territorio donde se presentan la mayoría de los efectos por el cambio climático global, que se manifestaron de diversas formas durante el año 2019.
Las avalanchas de lodo en San Gabriel y Tlajomulco; la gran granizada que paralizó las calles de Guadalajara y Tlaquepaque; las fuertes tormentas, los casos de dengue y picaduras de alacrán, así como las olas de calor son algunos de los indicadores que azotaron a la población.
Éstos fueron dados a conocer por investigadores de los centros universitarios de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) y de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), y miembros del Cuerpo Académico de Salud y Desarrollo Sustentables.
La doctora Guadalupe Garibay Chávez, del CUCBA, externó que ante esta situación es necesario que la entidad se convierta en un laboratorio “donde se puedan ensayar acciones específicas que puedan ser ejemplos de cómo se abordan en el contexto global”.
Dijo que la presión humana sobre el medioambiente se manifiesta en la contaminación del aire y el agua, pérdidas de humedales y bosques, erosión, pérdida de biodiversidad, y más. Todo esto ha provocado que las dinámicas naturales cambien y produzcan estragos sobre el territorio.
Indicó que uno de los eventos que combinaron varios tipos de manifestaciones de cambios globales fue lo ocurrido en San Gabriel, Jalisco, el 2 de junio de 2019, donde se conjuntó la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad de servicios del ecosistema y una fuerte lluvia.