LOS MEXICANOS MÁS ALLÁ DE SU FORMA COLOQUIAL DE COMUNICARSE.
El uso del idioma en México abusa de diminutivos, atenuantes o frases corteses de hasta 11 palabras, además de que evita los imperativos o hasta cambia el “no” por el “sí”, apuntó la lingüista y filóloga mexicana, doctora Concepción Company Company, al impartir la conferencia magistral “La gramática en la construcción identitaria de los mexicanos”, en el marco de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
Dijo que existen dos grandes ejes de la identidad gramatical del mexicano: la atenuación y la afectación.
“Por ejemplo, el abuso de diminutivos que, en realidad, no disminuyen a la entidad referida, sino que acercan afectivamente al oyente y amortiguan lo comunicado. Es por eso que el mexicano dice: ‘la gordita, o el muertito’, siempre con respeto. O dice que tiene un terrenito, aunque en realidad sean 100 hectáreas, o utiliza el ahorita que quizá nunca llega, o pide un segundito. Porque sí, el mexicano es capaz hasta de disminuir el tiempo”, afirmó.
Analizó que el mexicano utiliza fórmulas de petición muy largas, con once palabras en promedio, muy por encima de las cuatro palabras que se usan en España o en el Río de La Plata, para transmitir amabilidad.
“Un ejemplo: ‘disculpe, ¿no será tan amable de regalarme un vaso de agua?’. O en el restaurante: ‘joven, ¿lo molesto con la cuenta?’. ¡Escuchar eso deja a todos los visitantes con los ojos cuadrados! No sólo saber que se puede molestar, sino descubrir que en México todos los meseros son jóvenes”, explicó la investigadora emérita de la UNAM.
Otro aspecto que destacó en su conferencia Company Company, fue la resemantización de ciertos verbos en México, tales como regalar, en lugar de dar; o pararse, en lugar de ponerse de pie. Además de que en este país, molestar o quitar no es negativo, pues la gente dice: “¿Lo molesto con un vaso de agua?”, o “¿Puedo quitarle un minuto?”.