En rueda de prensa virtual, González Pérez indicó que Tlajomulco fue el municipio donde se encontraron más cadáveres sin saber dónde ocurrió el crimen (156), que contrastan con el número de los asesinatos que sí se supo en dónde ocurrieron (102); le sigue Guadalajara con 113 encontrados y 387 asesinatos donde se localizó el crimen, aquí la mayoría de los casos sí se pudo localizar el lugar de la agresión; y después Tlaquepaque , con 95 y 250, respectivamente.
“El lugar donde, por lo general, fueron encontrados los cuerpos fue mayormente al interior de vehículos, vía pública, zonas despobladas, al interior de viviendas y enterrados (lo que se conoce como fosas clandestinas)”, declaró el profesor investigador del Departamento de Salud Pública del CUCS, doctor Antonio Reyna Sevilla .
En cuanto a las características de los cuerpos encontrados identificaron que fueron cercenados, con huellas de tortura, evolución cadavérica, decapitados, quemaduras, envueltos en cobijas, al interior de bolsas, tiro de gracia, impactos de bala y más.
Indicaron que con este mapa se permite ver la magnitud de los cuerpos encontrados en los municipios metropolitanos de la capital de Jalisco, que se focalizan en varios cúmulos de zonas habitacionales.
“Donde se encontraron más cuerpos fueron en los límites municipales de Zapopan y Guadalajara (colonias aledañas a Santa Elena de la Cruz), pero también entre Guadalajara y Tlaquepaque (Valentín Gómez Farías). De igual forma, en los límites de Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá (Lomas de la Soledad)”, dio a conocer.
Reyna Sevilla resaltó que la zona de concentración de hallazgos abarca una extensión de 12 kilómetros, que involucra prácticamente a todo el municipio de Tlaquepaque, y que alcanza el Norte de Guadalajara, el Poniente de Tonalá, parte de El Salto y Tlajomulco.
“Este polígono explica 60 por ciento de los cuerpos encontrados en 2018”, informaron.
as colonias atípicas donde se encontraron más cuerpos, según el estudio, fueron: Santa Elena Alcalde, Santa Elena Estadio, Santa Elena de la Cruz, Rancho Nuevo y San Elías, en Guadalajara; Lomas de la Soledad y 20 de Noviembre, en Tonalá.
En Tlajomulco fueron las colonias: Cumbres, Colinas del Roble, Colinas del Bosque, Los Encinos, Centro, Chulavista, Lomas del Mirador, Villa Fontana Aqua, Santa Cruz del Valle y Senderos Real.
En ese mismo municipio, el lugar más frecuente de hallazgos fue en un punto próximo a Hacienda Santa Fe. “A una distancia de dos kilómetros a la redonda, de ahí se concentraron 15.4 por ciento de los cadáveres en Tlajomulco y a cuatro kilómetros se encuentran 56.4 por ciento, lo que nos sugiere que los fraccionamientos al interior de este radio son las zonas más críticas”, dijo Reyna Sevilla.
“En otro mapa vamos a encontrar áreas donde los niveles de marginación son muy bajos, donde el hecho de encontrar cadáveres es raro, mientras donde la marginación es más alta el hallazgo es importante. No quieres decir que ahí (donde la marginación es alta) ocurran los hechos, sino que presentan las condiciones para que aparezcan los cuerpos”, abundó González Pérez.
Terrenos baldíos, casas abandonadas y falta de alumbrado son algunos elementos propicios que motivan a quienes llevan a depositar a personas sin vida.
Según la relación hecha por los investigadores, sobre los sitios identificados donde ocurren asesinatos y también se han encontrado cadáveres, se identificaron las zonas más críticas por municipios.
“Tal es el caso de la colonia Constitución (Zapopan), Oblatos y San Juan de Dios (Guadalajara), Valentín Gómez Farías y La Echeverría (Guadalajara y Tlaquepaque), La Calerilla y Las Pomas (Tlaquepaque), San Sebastián el Grande y Hacienda Santa Fe (Tlajomulco)”, enunció Reyna Sevilla.
Según un mapa dinámico creado para conocer las tendencias, los investigadores se dieron cuenta de que los mismos puntos donde hubo hallazgos en enero se siguieron repitiendo a lo largo del año. Fueron los meses de junio, julio y agosto, cuando más incidencias ocurrieron.
Con dicho trabajo se espera entender las tendencias sobre este fenómeno de violencia que, lamentablemente, sigue vigente y que la autoridad emprenda acciones en puntos donde los casos son frecuentes.
Ambos investigadores de la UdeG aseguraron que dada la circunstancia de que en los medios no siempre se precisó el género de las víctimas, por eso no fue contemplado dicho dato como una variable de la investigación, por lo que se desconoce cuántos de esos casos fueron mujeres o si se trató de feminicidios.
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